Burnout y salud mental

La presencia del burnout genera una afectación en el colaborador y en la organización. En ese sentido, la salud mental se convierte en una herramienta clave para contrarrestarlo y prevenirlo

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Es común escuchar a las personas decir que se sienten cansadas, agotadas por el ritmo de vida que llevan; por las diferentes tareas que deben realizar tanto en su trabajo como en su vida personal. Y es que ahora, con la presencia del teletrabajo y la cuarentena, los colaboradores de las empresas se encuentran más horas del día en el hogar; combinando actividades propias del trabajo con las responsabilidades familiares, incluida la asistencia educativa a los hijos e hijas.

Esta particular combinación de responsabilidades facilita que la persona se sienta, en ocasiones, sobrecargada de funciones y con menos posibilidad de desconectarse, pues es en su mismo hogar que se ubica el centro de estudio y de trabajo.

Ahora bien, desde el ámbito organizacional es fundamental identificar los niveles de estrés que se desarrollan: cómo son, cuál es su intensidad y sus disparadores. Según un informe de la Organización Internacional del Trabajo en una encuesta, sobre condiciones de trabajo y la salud realizada en 2012 en América Central, más del 10% de los encuestados reportaron haberse sentido constantemente bajo estrés o tensión, tristes o deprimidos, o con pérdida de sueño debido a sus preocupaciones por las condiciones de trabajo.

Condiciones elevadas de estrés pueden desencadenar un agotamiento profundo y crónico que da paso al síndrome de burnout, también conocido como síndrome del quemado o del desgaste profesional. Según la doctora en psicología Cristina Maslach, el síndrome de burnout es una respuesta prolongada al estrés en el trabajo.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el síndrome de burnout es considerado como un factor de riesgo laboral. Dicho síndrome genera una serie de repercusiones dañinas como por ejemplo alteración cognoscitiva, afectación en el estado emocional e impacto negativo en el desempeño.

Según Cristina Maslach, hay tres rasgos que caracterizan el síndrome, específicamente: la despersonalización, el agotamiento emocional y la baja realización personal.

La despersonalización es una manifestación clínica que puede evidenciarse en conductas tales como los actos de grosería o descortesía hacia las demás personas. El agotamiento emocional, se comprende como un cansancio profundo y disminución de los recursos emocionales para hacer frente a las situaciones vividas. Por último, la baja realización personal se refiere a la experimentación de una baja autoestima profesional y una disminución de la percepción de logro.

Estos elementos van acompañados de manifestaciones conductuales como por ejemplo consumo de sustancias adictivas, y la destrucción o daño parcial de herramientas de trabajo; conductas que son realmente preocupantes.

Definitivamente la presencia del burnout genera una afectación en el colaborador y en la organización. En ese sentido, la salud mental se convierte en una herramienta clave para contrarrestarlo y prevenirlo. Pero, ¿qué es la salud mental?, según la Organización Mundial de la Salud, “la salud mental es un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”.

A través de la promoción y educación en el tema de la salud mental, la organización se prepara mejor para hacer frente a este tipo de situaciones, pero además, los colaboradores pueden identificar y potencializar sus recursos psicológicos para canalizar de forma oportuna las demandas laborales e incluso personales y evitar “fundirse” en medio de las diversas tareas y responsabilidades.

Algunas de las recomendaciones son las siguientes:

  • Priorice en el tema de la salud mental, que sea parte de la estrategia y políticas de la organización, siendo un eje transversal que impacte todas las áreas de la empresa; por ejemplo en la definición de puestos y cargas de trabajo. De esta manera, será más fácil asegurarse de que los perfiles de puestos y las tareas a efectuar sean acordes a las necesidades de la empresa y las posibilidades reales del colaborador.
  • Efectúe un diagnóstico para identificar cómo está la salud mental corporativa. A través de dicho estudio se podrá determinar áreas de intervención de mayor interés, por ejemplo, experimentación de estrés, dificultades laborales, duelos o pérdidas, problemas interpersonales, presencia de conflictos, entre otros, e incluso necesidad de elaboración estudios de cargas de trabajo.
  • Promueva un programa, campaña o una metodología similar que permita, de forma constante y precisa, promover la salud mental corporativa, proveyendo herramientas que sean de utilidad en temas innovadores; como por ejemplo mindfulness, manejo del estrés y autocuidado para la salud.
  • Establezca un plan de capacitación y formación dirigida a los líderes de la organización, donde se profundice en temas entorno al burnout, cómo nace, por qué se presenta, qué se puede hacer cuando tenemos sospecha de que un colaborador lo padece. También formaciones entorno al tema de la salud mental; qué es la salud mental, por qué es importante promoverla, el papel del líder en la promoción de la salud mental.
  • Ofrezca servicios de psicoterapia, con profesionales en psicología, que son los especialistas en el tema de la salud mental. A través de dichos espacios, las personas podrán canalizar sus experiencias y descubrir adecuadas estrategias de afrontamiento ante los diferentes retos laborales y familiares e incluso el o la profesional podrá brindar recomendaciones a la organización en cuanto a la gestión y manejo del burnout, si identificara algún caso sospechoso.

El síndrome del burnout nos habla acerca del agotamiento crónico y excesivo que puede estar viviendo un colaborador; y es a través de la salud mental, que este padecimiento puede pasar de ser algo nocivo a una experiencia corporativa que genere los peldaños necesarios para construir y fomentar el bienestar, tan necesario para avanzar y crecer, sanamente.

Psicóloga-Consultora.