‘Coachiemos’ al sector público ¡le urge!

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Imaginemos por un momento un sector público con los objetivos por alcanzar claros y alcanzándolos, con colaboradores cumpliendo sus funciones de manera extraordinaria porque tienen clara su misión, visión y valores. Ese panorama sería maravilloso pero hoy día nos resulta una utopía.

Uno de los grandes problemas del sector público es la falta de claridad en el cumplimiento de la misión de sus instituciones, una borrosa visión y un enjambre de objetivos que mucho dicen, poco explican y para nada se cumplen, e incluso esos mismos problemas se presentan desde el génesis de la administración pública como lo son el poder ejecutivo, legislativo y judicial.

La administración pública es como esa persona que sabe lo que tiene que cambiar para mejorar, pero que lamentablemente su estado actual no le permite ponerse en acción porque tiene impregnadas una serie de creencias limitadoras y programaciones conductuales de antiguos modelos que ya no se adaptan a sus actuales vivencias y necesidades.

Es en esta situación donde el coaching puede ser de gran ayuda para el Estado y sus instituciones autónomas, ya que como metodología –el coaching– ayuda a clarificar y potenciar el autodescubrimiento personal/organizacional generando las herramientas necesarias por medio de un sistemático cuestionamiento de las acciones que facilita crear una toma de conciencia, donde cada uno de los actores alcanza las respuestas necesarias a sus propios retos y posibles problemas.

Lamentablemente, el Estado en algunos casos solo pone al alcance de juntas directivas, gerencias, directores y en algunos casos mandos medios, una pobre capacitación en coaching , lo cual evidentemente no está alcanzando.

Se deja de lado al resto de los componentes de la organización, por ejemplo aquellas personas que realmente tienen que llevar a la practica la misión, visión, valores y el cumplimiento de objetivos al pie del cañón.

El coaching no es una metodología nueva, de hecho nació 450 años AC aproximadamente, en la antigua Grecia por medio de Sócrates, bajo el nombre de mayéutica y renace en los años setenta en los Estados Unidos en primera instancia aplicada a los deportistas de alto rendimiento y en los años ochenta se introduce en el mundo empresarial, para potenciar el rendimientos de los departamentos de ventas, alcanzándolo con gran éxito.

El reto de la administración pública es grande en temas de capacitación enfocada en el desarrollo de habilidades como la comunicación, el trabajo en equipo, autoconocimiento, manejo del estrés, etcétera.

El coaching llega a convertirse en una perfecta herramienta para facilitar ese crecimiento de las habilidades sociales.

Es altamente probable que si el sector público incluyera el coaching como parte de los componentes para potenciar el desarrollo personal y profesional de los colaboradores el resultado en el alcance de objetivos sería superior al actual.

Para que eso pase, los departamentos de gestión de talento, capacitación o recursos humanos, deberán ampliar la visión más allá de la teoría de cátedra universitaria.

Es hora de volver la mirada hacia nuevas formas de gestionar un alto desempeño en el sector público, porque evidentemente el modelo actual se agotó y el país requiere una ruptura de paradigmas, innovación, un cambio de metodología, una nueva perspectiva, ampliar su visión. En fin, cambios que lo lleven a afrontar los retos actuales, ya que la administración pública se quedó corta ya hace bastantes años.

Demos una oportunidad a la innovación, a metodologías altamente efectivas en el sector privado y potencialicemos al máximo toda la capacidad de las instituciones públicas por medio el coaching.

El autor es coach de vida y desarrollo profesional.