El Proyecto de Ley para combatir el fraude fiscal contiene herramientas eficientes para incrementar la recaudación de impuestos. Además, a la par del decreto para eliminar gastos superfluos, emitido hace unas semanas, otorga coherencia a la estrategia del Gobierno de no incrementar los impuestos durante dos años, tiempo para mostrar austeridad en el gasto y cobrar bien los impuestos existentes.
El Proyecto establece controles cruzados, de tal manera que estar en orden en materia tributaria sea requisito para realizar trámites en la administración pública y para obtener créditos de los bancos comerciales públicos y privados.
También busca derrotar algunos trucos que facilitan la evasión de impuestos, tales como la exageración de los intereses pagados sobre préstamos y de las facturas presentadas a la autoridad tributaria como costos deducibles de los ingresos brutos. Asimismo, de aprobarse el proyecto, se eliminaría la norma actual que exonera de impuestos a los dividendos pagados a personas jurídicas. Ello impedirá la evasión por parte de algunas empresas que crean cadenas de sociedades para nunca retener el impuesto a los dividendos. También busca estimular la vigilancia ciudadana sobre el pago de impuestos, creando la posibilidad de conceder una devolución parcial del impuesto de ventas, por las compras realizadas utilizando medios electrónicos de pago. Asimismo, se obliga a los profesionales liberales a aceptar tarjetas como medio de pago por sus servicios.
La certeza de que la utilización de estos medios de pago creará huella tributaria, estimulará a los compradores de estos servicios a utilizarlos con más frecuencia.