La textura del discurso político se cristaliza en su carácter “abierto”, de connotaciones muy etéreas y denotaciones escasas. La ambigüedad que ha caracterizado a los políticos tradicionales, ha hecho del poder por el poder la tónica de los procesos electorales y los políticos. Afirmaciones desparpajadas y, muchas veces fantásticas, destruyen la necesaria racionalidad que debe permear la conducta electoral de los ciudadanos, atizada por un sistemático intento por mover la toma de decisiones respecto del votante, a partir de las puras fibras emocionales de la gente.
El esfuerzo de EF en cuanto a desarrollar una práctica comunicacional democrática, por medio de “Rete al Candidato”, a contrapelo de lo dicho, promueve en la gente lo que el reconocido teórico alemán Jürgen Habermas llama la acción comunicativa; herramienta racional de las personas para construir la vida social. Esta acción comunicativa ocurre en el mundo de la vida cotidiana y es el antídoto político en contra de los intentos del sistema político, en la realidad de los candidatos y los partidos, por “invadir” la vida diaria de las personas para que estas no reflexionen racionalmente sobre sus posiciones políticas.
Sobre estas realidades, lo que hace EF al promover la acción comunicativa de la ciudadanía frente al discurso político electoral es darle contenido a lo que teóricos políticos más actuales, como Cohen y Arato, llaman sociedad civil.
La democracia virtual que está promoviendo EF es una herramienta que abre un espacio para una sociedad civil que, cada vez más, puede incidir en el sistema político y pueda tomar decisiones electorales más acordes con la libertad, el razonamiento lúcido y la justicia social.