Columna contrapunto: El futuro del retiro

Comentario sobre el editorial anterior: Datos poco halagüeños. Edición 1.043

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La tendencia demográfica muestra un logro importante de los seguros de salud que se expresa en un aumento de las tasas de sobrevivencia. Este hecho, sumado a una baja en las tasas de fertilidad, da como resultado un cambio en la composición etárea y envejecimiento de la población.

Se predice que en el año 2050, la población mayor de 65 años representará alrededor del 15% del total mundial, hoy es el 7%.

La realidad nos lastima cuando las personas tienen que ajustar su vida a las nuevas condiciones, la que generan nuevos retos pues a mayor longevidad, se incrementan los gastos. El 80% de las personas mayores de 85 años requieren de asistencia y cuido.

Además, el reto de la seguridad social es que las pensiones sean sostenibles y que cubran las necesidades de futuros pensionados.

Los planes de pensión voluntarios se diseñaron para que la población contara con herramientas para solucionar y enfrentar esa situación.

Existe un interés social legítimo en tutelar y procurar que las contingencias sociales estén cubiertas, esa es la justificación del tratamiento fiscal otorgado para incentivar el uso.

La dificultad de generar una conciencia sobre el tema, ha hecho que en algunos países se recurra a los mecanismos de afiliación automática y desafiliación voluntaria. Opción que merece un análisis ante la situación que vive Costa Rica.

En años recientes se observa una correlación entre el uso de los planes voluntarios y su tratamiento fiscal.

El desafío es generar la consciencia que nos guíe para tomar las acciones para prevenir los riesgos sociales que en un futuro puedan afectar la población adulta mayor.