Columna Contrapunto: Energía en ‘L’ y problema fiscal

Comentario sobre el editorial anterior: Responsabilidad fiscal. Edición 1.026

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

En bioenergía sabemos que para resolver un problema se debe pensar, hablar, sentir y actuar en una misma dirección. Con el problema fiscal la ecuación no es diferente.

Las propuestas del Gobierno para resolver la actual situación no dejan de ser simples parches paliativos que pretenden solucionar un problema estructural; se debe pensar en una solución integral que requiera del compromiso de todos y todas.

El Gobierno debe hacer lo propio ordenando la casa y reduciendo el gasto, así como enviar señales claras de las vías para actuar y y crear consensos con sectores claves.

En el sector bancario, los bancos han sido los únicos en apoyar las distintas reformas fiscales que han ido y venido en Cuesta de Moras.

El Sistema Bancario Nacional aporta más de 54,8% del total de sus utilidades al Fisco. El mito de que los bancos no tributan desaparece cuando se repasa la carga tributaria general y específica que pesa sobre las entidades bancarias.

¿Por qué el sector apoya una reforma fiscal integral? Una buena estructura fiscal es el pilar del desarrollo humano que impulsa el crecimiento económico del país para generar más y mejores empleos. Se habla de soluciones relacionadas con el mejoramiento de la recaudación con el propósito de incrementar la trazabilidad utilizando los medios de pago modernos y de identificar las grandes áreas de evasión, así como mantener el acceso al crédito externo; el sector siente el compromiso de apoyar.

Se debe impulsar un plan fiscal que garantice seguridad jurídica a los contribuyentes, impulse la solidaridad tributaria y promueva los incentivos económicos. Se requiere de un compromiso nacional que permita aplicar la energía en “L”.