Columna Contrapunto: Zonas francas y exoneraciones

Opinión sobre el editorial anterior. Crédito y exoneraciones. Edición 905.

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En alusión al editorial de EF, de la edición 905, con respecto a las exenciones que otorga el Estado a diferentes sectores y que todas juntas suman el 5,7% del Producto Interno Bruto (PIB), nos referimos a las aplicadas a las zonas francas.

Estas son producto de una decisión país en cuanto a su modelo de desarrollo, sustentado en una economía abierta en la que las zonas francas han jugado un papel preponderante. Las exoneraciones son una herramienta de competitividad para un sector que necesita competir en igualdad o mejores condiciones que naciones como Singapur, Corea, Malasia, Filipinas, China, México, Chile, Panamá, entre otras.

Todos estos países reconocen los beneficios de la inversión extranjera y todos tienen esquemas de incentivos fiscales.

El éxito de las zonas francas no es únicamente por los incentivos fiscales; tiene que ver con estabilidad política, económica y social y, sobre todo, con la existencia de fuerza laboral especializada, pues se han creado más de 60.000 empleos directos.

De acuerdo con la promotora de Comercio Exterior (Procomer), el año pasado se exportaron desde las zonas francas $5.983 millones, un crecimiento del 11% en relación con el año anterior, casi un 53 % del total exportado.

Según estudios realizados por Procomer, por cada dólar invertido el país, se reciben ocho en retorno y, de acuerdo con el BID, la Tasa Interna de Retorno Económica (TIRE) es del 47% teniendo las exenciones como un costo y, sin estas como un costo, es un 67%. Concluye el estudio del BID que las zonas francas resultan económicamente muy rentables para Costa Rica.