Contrapunto: Sí, fui disruptor antes de los 40

Opinión sobre el editorial anterior. 40 fuentes de inspiración. Edición 947

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La semana anterior, El Financiero publicó la selección de emprendedores 40 menores de 40. Además, dedicó el editorial a esta publicación, en la que reconoce a estas personas como 40 fuentes de inspiración, jóvenes excepcionales, líderes en diferentes campos de acción con estrategias y obras probadas. Lo que más me gustó de dicho editorial fue el calificativo “disruptores constructivos en su contexto”, porque me identifico plenamente con esa metáfora.

En el 2001 estuve en esa lista y hoy, a mis cincuenta años, me pasan por la mente miles de horas de trabajo y de millas de viajes de negocio, cientos de contratos firmados en todo el continente y el desarrollo de una marca desconocida. Hoy tenemos la confianza de las empresas e instituciones más importantes del país y fuera de él. No quisiera comparar nuestra situación con respecto al 2001 solo basado en el valor de nuestros activos tangibles, sino más bien con factores internos como conocimiento, innovación, coraje y músculo; así como valores del mercado como la confianza.

¿Por qué disruptor constructivo? Porque mil cosas podían salir mal e hicimos que salieran bien, porque Costa Rica no estaba en el radar tecnológico y lo pusimos, porque convertimos una cochera alquilada en un parque tecnológico propio, porque reinventamos la empresa cinco veces con cinco emprendimientos diferentes; porque no se podía hacer y lo hicimos.

Estimados nuevos emprendedores: vivimos en un buen país, aún con platina y trocha, podemos romper paradigmas, crear empresa, generar bienestar, convertir visión en acción y sacarla del estadio. Nuestro contexto no está escrito en piedra, nosotros lo escribimos.