Recientemente se ha anunciado que la producción nacional creció 5% el año pasado respecto al 2022. La cifra es buena considerando las condiciones por las que ha atravesado la economía nacional y la incertidumbre internacional al inicio del 2023.
Sin embargo, esta cifra hay que analizarla con cuidado. En primer término, todo apunta a que ese crecimiento estuvo determinado, en alto grado, por factores coyunturales, de corto plazo, e influidos por factores internacionales, como el alto crecimiento de la economía de los Estados Unidos. Creció por encima de 3%.
Según las últimas cifras del Banco Central de Costa Rica (BCCR), la producción de las empresas instaladas bajo el régimen de zonas francas creció, al tercer trimestre del 2023, un 13%, en tanto que las empresas que operan fuera de zonas francas, o sea la gran mayoría de ellas, creció 4,2% (85% del PIB nacional).
En los últimos años se ha ensanchado la disparidad de crecimiento entre ambos regímenes. Tan sólo hace diez años las zonas francas producían 5,9% del PIB, en tanto en el régimen definitivo se generaba el 94,1%. Esas cifras cambian dramáticamente en los últimos años, factor que genera muchas interrogantes sobre el manejo de la política económica de los próximos años.
También es importante destacar, como lo han hecho varios analistas económicos, que durante el último año la economía nacional no sólo no generó nuevos empleos, sino que el país perdió 125.000 empleos productivos (cifras oficiales del INEC). Este es un problema nuevo que presenta grandes interrogantes respecto al futuro de la economía doméstica, la gran empleadora nacional.
A pesar de esta tendencia, no existe una política por parte del gobierno para aminorar esa disparidad en el crecimiento de la producción nacional.
Seguimos careciendo de una política agrícola y desde hace muchos años tampoco tenemos una política industrial. En cualquier país, es deseable que todas las actividades económicas crezcan a ritmos parecidos que permitan generar nuevas oportunidades de empleo y, especialmente, que sean el imán para inducir inversiones productivas, el factor clave para la producción futura.
Es urgente conocer las propuestas concretas del Gobierno para el manejo de su política económica en estos campos. ¡Adelante ministros!
Fernando Naranjo Villalobos es doctor en economía por la universidad de Pennsylvania. Fue ministro de Hacienda y de Relaciones Exteriores. También estuvo al frente del Grupo Taca, del Banco Nacional de Costa Rica como gerente general y ocupó el cargo de director general de la aerolínea Volaris. Es el presidente de la forma Consejeros Económicos y Financieros S. A. (Cefsa).