Dudas en torno al BCCR

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En el 2017 la conducción dela política monetaria del Banco Central de Costa Rica (BCCR) ha dejado dudas importantes. Por este motivo, en esta edición, presentamos a nuestros lectores un reportaje sobre la solicitud de préstamo realizada por esa institución al Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR) por $1.000 millones para aumentar sus reservas monetarias internacionales. Esta es una oportunidad para valorar esta decisión y su contexto.

El Central decidió deliberadamente durante el último año perder reservas internacionales netas por más de $1.000 millones.

Esta pérdida fue el resultado de mantener tasas de interés muy bajas en colones que incentivaron la dolarización de la riqueza financiera del país y de vender divisas en el mercado cambiario para evitar el aumento del tipo de cambio.

¿Qué pasó en unos cuantos meses para que el Banco Central modificara su opinión sobre el nivel óptimo de sus reservas internacionales y ahora considere prudente aumentarlas mediante el endeudamiento externo?

¿Hizo mal el BCCR en dejar perder más de $ 1.000 millones de reservas en los últimos 12 meses?

No está claro el motivo de esta decisión. Debe tomarse en cuenta que tal endeudamiento tiene un costo importante para las finanzas del Banco Central de Costa Rica.

Hurgando en los posibles motivos, nos preocupa uno en particular: el uso de este endeudamiento para posponer los ajustes en tasas de interés o en el tipo de cambio.

¿Usará la institución, presidida por OIivier Castro, los recursos de este endeudamiento para sostener un tipo de cambio artificialmente bajo?

¿Serán recursos simplemente para llegar a mayo del 2018 sin ajustar los macroprecios?

Dado el comportamiento del Banco Central en los últimos meses, nos gustaría tener una respuesta contundente; el país merece transparencia en torno a este tema.

Pero nuestras dudas con el BCCR no terminan aquí. Con la reciente presentación de la revisión del Plan Macroeconómico 2017-2018 nos surgen varias dudas importantes.

Una de ellas es la siguiente: ¿Cuál es la verdadera visión del Banco Central sobre la macroeconomía costarricense bajo circunstancias de alto déficit fiscal.

El Banco nos dice que la economía crecerá 4,1 % en el 2018. Esta proyección del Programa Macro indica una aceleración en el crecimiento en los próximos meses.

Aunque el Banco Central de Costa Rica advierte del riesgo fiscal, lo cierto es que su proyección central implícitamente indicaría que el abultado déficit fiscal no tiene grandes consecuencias en el crecimiento de la economía.

Si creemos en la política de metas de inflación de dicha institución, tendríamos una inflación entre el 2 y el 4 % anual, según la revisión del Plan Macroeconómico.

Es decir, el Central implícitamente considera factible mantener la inflación baja a pesar del creciente déficit fiscal. Desearíamos que esto sea cierto, pero lamentablemente tenemos dudas sobre el realismo de un escenario de baja inflación y alto crecimiento con un déficit fiscal en los próximos meses.

La alta jerarquía del BCCR en esta coyuntura de desequilibrio en las finanzas públicas no ha dicho cuál sería su política monetaria y cambiaria para mantener la estabilidad.

El Banco Central en su revisión del Programa Macroeconómico plantea una dicotomía en cuanto a las políticas para estabilidad económica: realizar un ajuste ordenado mediante la reducción del déficit o “en su defecto enfrentar un ‘ajuste de hecho’ (no ordenado), con mayores costos económicos y sociales, donde los grupos de ingresos bajos serían los más afectados”.

Estamos totalmente de acuerdo con el Central en la deseabilidad de la primera vía para lograr la estabilidad y el crecimiento económico.

Sin embargo, queremos plantearle otras preguntas a esta entidad, que esperamos responda con absoluta claridad: si no hay reducción en el déficit fiscal en el 2017 y 2018, ¿qué hará con su política monetaria y cambiaria?, ¿no hará nada y será simple espectador de un “ajuste de hecho, no ordenado”? y ¿no sería preferible ser prevenido e ir realizando los ajustes en política monetaria y cambiaria para evitar un ajuste desordenado?

En conclusión, si bien es cierto que el principal riesgo macroeconómico del país se origina en su desequilibrio fiscal, esto no debe ser obstáculo para que el Banco Central de Costa Rica utilice sus instrumentos para minimizar los costos sociales del ajuste.