Editorial: Es hora de aterrizar

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A pocas semanas de dar inicio a un nuevo Gobierno –y ante la decisión del candidato del PLN de retirarse de la contienda electoral– el virtual presidente electo, Luis Guillermo Solís, debe concretar sus propuestas para enfrentar los tremendos retos que tiene el país en medio de una crisis internacional que se ha prolongado y de una muy compleja realidad política.

Gobernar es escoger entre varias opciones, tomar decisiones difíciles y, con ello, complacer a muy pocos. A lo largo de las últimas décadas, el país ha hecho muchas cosas buenas y las estadísticas demuestran que ocupamos un lugar privilegiado en muchos campos. Sin embargo, también hay desafíos cuya atención no debe prolongarse más. En EF hemos identificado diez instituciones cuyas agendas revisten especial interés: Hacienda, MOPT, Comex, Economía, Educación, Micit, Banco Central, ICE, Recope y CCSS. Por ello, luego de solicitarle a los actuales jerarcas que señalaran las principales tareas que heredarán a sus sucesores, pedimos la reacción de Solís y su equipo.

En el reportaje de esta edición se analizan en detalle los puntos de esa relevante agenda. Todos tienen que ver con el esfuerzo que debe hacer el país para mantener el crecimiento económico que hemos disfrutado en los últimos lustros y ojalá darle un impulso adicional. El punto de partida, sin duda, es fortalecer nuestra capacidad para continuar siendo exitosos en los mercados internacionales. Por ello, es indispensable continuar asegurando mercados de exportación (Alianza del Pacífico y los megabloques regionales), mejorar las políticas públicas (OCDE) y atraer agresivamente todavía más inversión extranjera. El éxito no se logrará sin estabilidad económica (disciplina y reforma fiscal; y sostenibilidad financiera de la CCSS y el ICE) y sin una política cambiaria realista.

Tampoco lograremos alcanzar la meta si no mejoramos sustancialmente nuestra capacidad para competir, para lo cual se requiere contar con un MOPT capaz, no de hacer por sí mismo lo requerido, pero sí de dirigir, supervisar y fiscalizar debidamente las importantes obras de infraestructura que se contraten. Asimismo, no puede postergarse más una reforma energética; no debemos seguir ignorando lo que está sucediendo en el mundo en este campo ni los efectos dañinos que la indolencia política está provocando en el sector productivo nacional.

A su vez, es necesario extender los beneficios que trae el crecimiento económico a más sectores y todas las regiones del país. En este sentido, el impulso a los encadenamientos productivos, una mayor inversión en innovación y capital humano, el apoyo a la pequeña y mediana empresa, y una mejora regulatoria que nos beneficie a todos son tareas que deben seguir siendo prioritarias para la nueva administración.

Lamentablemente, no fue posible conocer la reacción de Luis Guillermo Solís y de su equipo económico. A pesar de la insistencia de nuestros reporteros, sus periodistas nos indicaron que “no responderían a preguntas que pudieran hacerles perder votos” y que el candidato no tenía tiempo para atender las consultas. Un error y un mal comienzo. Si algo necesita el pueblo costarricense –y particularmente el empresariado– es saber con certeza el rumbo económico que tomará el país y las medidas concretas que serían ejecutadas en el próximo cuatrienio.