Editorial: Generación distribuida

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La energía solar es sumamente abundante, el sol solo necesita 10 segundos para darle a la Tierra toda la energía que necesitamos para funcionar 24 horas. Durante décadas el costo de aprovechamiento de este tipo de energía era tan alto que su adopción masiva solo se dio en países en los que subsidian la energía solar.

Las tecnologías de generación fotovoltaica han venido mejorando su eficiencia a un ritmo exponencial. A finales de la década de 1970, generar 1 kwh con la luz del sol costaba más de $70, hoy cuesta unos pocos centavos. Hoy en día, ya no es necesario subsidiar la energía solar, aún con los bajos costos del petróleo y sus derivados.

Tradicionalmente en Costa Rica, y en casi todo el mundo, la energía se ha generado de manera centralizada, para aprovechar las economías de escala inherentes en las tecnologías de antaño. La energía solar no presenta economías de escala tan marcadas y por el contrario se presta para la generación distribuida aprovechando los techos de casas y edificios.

Mónica Morales, costarricense con un doctorado en física, que labora en el Laboratorio de Energía Fotovoltaica del Ecole Polytechnique Federale de Lausanne (EPFL) en Suiza, calculó, el año pasado, que los techos de Costa Rica alcanzan para generar toda la electricidad que consumimos. La Dra. Morales también destacó que en el lugar donde pega menos sol en Costa Rica, pega más sol que en el lugar donde más sol pega en Alemania, y en ese país un 7% de la energía generada es solar, en Costa Rica es menos de 0,01%.

En la edición de EF del pasado 28 de marzo, se publicó el reportaje titulado “Sombrilla legal cubre de nuevo a empresas solares”. En ese reportaje, se detallan el reglamento y el contrato que deberán firmar quienes quieran aprovechar estas tecnologías con las distribuidoras de electricidad, así como las tarifas que las distribuidoras cobran por “almacenar” 1 kwh. Las llamadas tarifas de acceso (lo que le cobra la distribuidora eléctrica al usuario por devolverle 1 kwh que fue generado por el usuario, más no consumido de inmediato, sino que fue entregado a la red) varían entre las diferentes distribuidoras (CNFL, Jasec, ESPH, etc.). La energía que un usuario genera y consume de inmediato está, obviamente, libre de cobros.

LEA: Sombrilla legal cubre de nuevo a empresas solares.

La relevancia de esta “sombrilla legal”, no es obvia ni sencilla. Para empezar, las tarifas eléctricas en Costa Rica, no son sencillas. El precio del kWh es mayor para usuarios domésticos que para los industriales, y a nadie parece molestarle eso. Pero los costos de la energía para industriales es mucho más complicada que el precio del kWh, por ejemplo, existen incentivos tarifarios para que los industriales no consuman energía en horas pico del consumo doméstico pero, como muchos procesos industriales no se pueden detener, entonces utilizan plantas de diesel durante esas horas pico (lo cual es, sin duda, un sinsentido). En las horas de la mañana, antes del pico del mediodía, los industriales obtienen la electricidad a un costo muy parecido a la nueva tarifa de acceso, eliminando así, la posibilidad de que los industriales se beneficien de la generación distribuida de energía solar.

Es obvio que la generación distribuida va a afectar negativamente a las distribuidoras eléctricas, y beneficiará a los usuarios y al país en general. La nueva “sombrilla legal” parece haber sido diseñada pensando en proteger a las distribuidoras en lugar de beneficiar a los usuarios.

A la dificultad de que el sector industrial aproveche esta tecnología, se apunta además que el contrato que los usuarios deben firmar con las distribuidoras no especifica el plazo, lo cual hace muy difícil, o imposible, obtener financiamiento para realizar la inversión. El reglamento especifica que un usuario no podrá enviar a la red más del 49% de su consumo, lo cual parece razonable, pero no especifica si ese consumo es mensual o anual. Si fuera mensual dejaría por fuera a todos los sectores con grandes variaciones estacionales (como el turismo).

La energía solar seguirá mejorando su eficiencia; atrasar el aprovechamiento para defender algún sector específico carece de sentido, sobre todo si se toma en cuenta la necesidad y la posibilidad de aumentar considerablemente la generación total del país para lograr la transición, lo antes posible, del sector transporte hacia la energía eléctrica renovable.

Defender a las distribuidoras eléctricas, contra el futuro es fútil, únicamente logrará que los usuarios importen baterías de litio, lo cual no es, obviamente un buen resultado.

LEA: Baterías embisten al negocio eléctrico