El editorial de EF, muestra varias facetas sobre las decisiones que van a tomar los estadounidenses, pero sobre todo las relaciones económicas y políticas con América Latina, que en esta primera administración no han pasado más allá de las buenas intenciones.
De hecho, las preocupaciones se centran en temas generales así como en seguridad y narcotráfico.
Compartimos la visión de los llamados déficit hacia Latinoamérica del presidente Barack Obama, quien ha sido muy cauto.
En la acera del frente, el candidato republicano, Mitt Romney, gravitó en un primer momento hacia posiciones duras con respecto a la inmigración, en una especie de aceptación de los enfoques más duros de los republicanos.
En el transcurso de la campaña ha girado su línea hacia un pragmatismo mayor moviéndose hacia un enfoque que le permita llegar al tema votante hispano.
Para ambos candidatos en los debates, dos temas tuvieron vital importancia. La economía y la seguridad nacionales pensados en la estrategia general, así como en zonas de alto conflicto o países con potencial de enfrentamiento con los EE. UU.
Así el tema de Latinoamérica queda soslayado, lo que interesa es conquistar el voto hispano para ambas partes.
Las principales estrategias van enfocadas a ganar distritos electorales y números de representantes que eligen al presidente, otros temas están fuera de esta agenda.
Posiblemente la atención a los temas de Latinoamérica surgirán cuando se defina el presidente, y este elija sus equipos de trabajo en distintas áreas mostrándose sí Latinoamérica va a tener algún peso en el próximo cuatrienio.