El beneficio de ahorrar

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Los especialistas financieros consideran que el ahorro es en realidad consumo futuro. Cuando, a nivel individual, valoramos las posibilidades de realizar un plan de ahorro que nos ayude a solventar gastos personales o situaciones imprevistas en el futuro, generalmente no tomamos en cuenta el impacto que esta reserva tiene en el bienestar de un país.

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) determina el desarrollo de un país por medio del Índice de Desarrollo Humano (IDH). Este índice está compuesto por tres variables: la esperanza de vida, el nivel de educación y el Producto Interno Bruto por habitante.

Los diez países mejor ubicados en el IDH muestran una tasa promedio de ahorro, desde el 2007 al 2011, del 20,8% del PIB, entre ellos Noruega, que presenta un aumento promedio de su PIB de 0,62% y una ahorro bruto de 36,75%.

Es interesante observar que dentro de los diez países mejor ubicados el que muestra la más baja tasas de ahorro es Estados Unidos y precisamente es el que tiene –luego de Irlanda– las más bajas tasas de crecimiento.

En el otro extremo, si consideramos los diez países peor ubicados, Liberia muestra las mejores tasas de crecimiento en este grupo y precisamente coincide con ser el país que tiene las mayores tasas de ahorro.

En el primer grupo se ubican países de Norteamérica y Europa. En el segundo hay países fundamentalmente de África.

El caso tico

De lo anterior podemos inferir que si el país tiene un buen IDH tiene mejores resultados, en cuanto a crecimiento se refiere, que a los otros países del grupo en tanto ahorre más que sus pares.

También se puede deducir que aunque el país se ubique en la parte baja de la tabla, si ahorra le va mejor que a su grupo, en cuanto a crecimiento se refiere.

En el caso de Costa Rica, en el 2007, año previo a que iniciara la crisis, la tasa de ahorro nacional llegó al 19% y ese año el crecimiento económico cerró en 7,9%. Con la crisis, el ahorro bajó y en el 2011 la tasa de ahorro cayó a 15% del PIB y el crecimiento se redujo en 4,2%.

Aunque la relación entre ahorro y crecimiento no es tan lineal e inmediata, es algo que debemos considerar cada vez que decidimos invertir parte de nuestro ingreso personal en ahorro.

La práctica del ahorro es algo que no solo nos beneficia personalmente a mediano y largo plazo sino que influye en el bienestar de nuestro país.

Hagamos hoy el ejercicio de determinar cuánto es nuestro ingreso, cuánto es nuestro gasto (fijo y variable) y determinemos un porcentaje de ahorro mensual.

A largo plazo nos beneficia a todos.