La vida no se trata únicamente de la felicidad, pero qué bueno cuando podemos promoverla en nosotros, y en la vida de otras personas.
Actualmente tenemos muchas cosas que nos cargan y drenan, que nos bajan la energía, el entusiasmo y el ánimo. De estas cosas y situaciones, podemos aprender a ser personas más resilientes y esforzadas. Aprendemos a valorar más lo que tenemos y a quienes tenemos. A saber que de los momentos difíciles, tristes y dolorosos podemos obtener grandes enseñanzas. Y aún en medio de todas estas situaciones, los momentos fugaces y significativos de felicidad, vienen a ser como ese rayito de luz que nos ilumina y nos inspira a seguir.
Constantemente vivimos nuevos retos a nivel social, encontramos incluso en las organizaciones, colaboradores (as) que mencionan sentirse abrumados por sus deudas, por el alto costo de la vida, por la vivencia de duelos, por situaciones familiares, por malestares físicos y psicológicos. Como psicóloga, cada día confirmo la necesidad urgente de que nuestros espacios de trabajo sean espacios seguros, psicosocialmente hablando. Espacios donde las personas se sientan valoradas, apreciadas y también plenas.
La sensación de felicidad y autorrealización se relaciona con el hecho de encontrar el sentido a nuestra vida, y de manera particular, con el trabajo. Por eso, es importante saber que con las tareas diarias que se realizan se trasciende, es decir, se deja un legado. Pero también experimentando que nuestro espacio de trabajo nos estimula, nutre y nos enseña a ser mejores seres humanos.
Relacionado con todo lo anterior, es importante señalar que existen maneras innovadoras de nutrir emocionalmente a nuestros equipos, promover su felicidad y plenitud.
Es importante recalcar que la promoción de la felicidad no es un tema que “se escucha bonito”, sino que tiene un respaldo de investigación científica por parte de profesionales en endocrinología y neurociencias, quienes lo han venido estudiando y comprendiendo como un proceso físico.
De hecho, existen cuatro neurotrasmisores de la felicidad, denominados el “cuarteto de la felicidad”; los cuales son de gran provecho en las organizaciones. Estos neurotrasmisores son los principales promotores de felicidad y forman parte de todo un proceso químico y fisiológico en el ser humano.
Según la Real Academia Española, un neurotransmisor es “… una sustancia o (…) un producto que transmite los impulsos en la sinapsis nerviosa”. Es decir, un neurotransmisor es un mensajero químico que permite la trasmisión de información de una neurona a otra.
Hay cuatro neurotrasmisores que son destacados y conocidos como los neurotransmisores de la felicidad, estos son: las endorfinas, la serotonina, la oxitocina y la dopamina.
La revista BBC Mundo (2017) en uno de sus artículos menciona a “la investigadora Loretta G. Breuning, autora del libro Habits of a happy brain (”Hábitos de un cerebro feliz”), la cual explica que “cuando tu cerebro emite uno de estos químicos, te sientes bien.”
A continuación se describe cada uno de estos neurotrasmisores y algunas recomendaciones para promoverlos en las organizaciones:
- Endorfinas: según el artículo mencionado anteriormente “las endorfinas son consideradas la morfina del cuerpo, una suerte de analgésico natural (…)De allí que bailar, cantar o trabajar en equipo sean actividades que también potencien la unión social y la tolerancia al dolor a través de un aumento en las endorfinas, agregó Dunbar.”
Es ideal promoverlas en nuestras empresas mediante el incentivo del trabajo en equipo, así como la promoción de espacios para el compartir, también con el ejercicio y las actividades de estiramiento en el personal.
Según un artículo de la revista Proyecto 3 (2022), “gracias a las endorfinas podemos sentir placer y disfrutar de la vida y por eso se las conoce como hormonas de la felicidad. Pero además contribuyen a mitigar la sensación de dolor, es decir, son un analgésico natural, intervienen en la regulación del apetito y ayudan a fortalecer nuestro sistema inmune.”
- Serotonina: es un neurotransmisor fundamental para la estabilidad emocional y para evitar la depresión. La cantidad de personas con depresión a nivel mundial cada vez es mayor; hay más colaboradores (as) que mencionan sentirse deprimidos y por eso es fundamental promover la serotonina.
Existen algunas maneras de facilitar la segregación de serotonina en nuestros centros de trabajo, como por ejemplo, invitar a los colaboradores (as) a exponerse a la luz solar, promover la actividad física, como el ejercicio aeróbico, también efectuando estiramientos durante las horas de trabajo. Además, a través de actividades de relajación, estimular el pensamiento optimista y el agradecimiento.
- La oxitocina: la oxitocina es conocido como el neurotransmisor social, del afecto, de los vínculos y del amor.
La oxitocina es fundamental en las organizaciones para promover la inclusión, la vinculación, la solidaridad, la confianza, así como las buenas relaciones interpersonales. Se produce a través de las actividades sociales, interpersonales y recreativas y el desarrollo de los equipos de trabajo. Espacios de disfrute, así como los abrazos y las risas. Se podría decir, que este neurotransmisor debería liderar en todas las organizaciones.
- Dopamina: por último, la dopamina, este es el neurotransmisor de la motivación y el logro. Se produce precisamente cuando se establecen y logran metas y resultados. Es fundamental celebrar visibilizar y promover los logros de nuestros equipos de trabajo, eso contribuye a tomar conciencia de los mismos y a segregar este otro importante neurotransmisor de la felicidad.
Definitivamente hay muchas iniciativas innovadoras que podemos aplicar a nivel organizacional y empresarial, una de ellas es promover este “cuarteto de la felicidad”, que nos ayudará a generar más felicidad y además un ambiente de trabajo más agradable, saludable y productivo.
La autora es psicóloga y consultora.