El nuevo mundo de la energía

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El mundo de la energía está evolucionando hacia un sistema descentralizado y diverso.

Dos factores principales causaron esta transformación: la introducción de las tecnologías de la información en el sector energético y el surgimiento de fuentes alternas de generación de energía a niveles escalables.

Esto está redefiniendo los ecosistemas energéticos en cuanto a la oferta y la demanda y generando oportunidades de contar con una mayor eficiencia en varios niveles, desde las personas hasta la planta de fuerza, para garantizar una optimización máxima de la cadena de suministro.

Para los consumidores, la conexión de los sistemas de energía, teléfonos y máquinas en la vida cotidiana brinda información en tiempo real que les posibilita controlar su consumo y monitorearlo para modificar sus patrones. Esto reduce el recibo de luz y aumenta su capacidad de compra dentro de un periodo de retorno muy corto.

A nivel de servicios y regional, la eficiencia energética permite un suministro cada vez más confiable y brinda cobertura contra apagones. También ahorra grandes cantidades en los costos de inversión, pues evita la creación de nuevas plantas.

Además, las tecnologías de eficiencia energética aumentan la resistencia, seguridad y anticipación de condiciones climatológicas extremas. Los servicios pueden conectar la oferta y la demanda y brindar nuevos servicios a los clientes para que tengan un menor consumo y un tiempo óptimo.

A nivel del país, la implementación de niveles de energía más elevados genera una oportunidad económica para reducir el gasto público, pues los gobiernos equilibran su compraventa de energía que es la que genera mayor presión en la economía.

Replanteamiento

Conforme cambian las necesidades y conducta de los clientes, de igual forma sus requerimientos. Esta transición requiere de una gestión sólida del cambio para evitar sobreproducción.

Por eso, los servicios deben mantener su papel central en esta evolución y, de hecho, ya se encuentran replanteando la forma de operar y dirigirse a los clientes.

También se requiere de una tecnología confiable y simple como guía en las transiciones; una que logre optimizar toda la cadena de energía mediante sistemas de integración.

Sistemas que utilizan software e Internet para conectar a las personas con su entorno y con la red inteligente garantizan que la energía sea segura, confiable, ecológica y eficiente a un costo menor.

Como permiten su apagado automático y promueven el consumo cuando la energía es económica y ecológica, se obtienen ahorros de al menos 30% mediante medidas de eficiencia energética que no implican grandes renovaciones ni molestias a los usuarios. El software , por su parte, permite la reducción de picos.

Así, el tiempo de retorno es corto, de pocos años, y las inversiones se refinancian con los ahorros.

Por eso, los gobiernos deberían crear entornos que faciliten la implementación de eficiencia energética y redes eléctricas inteligentes y deberían garantizar que todos los mercados de energía sean libres y competitivos.

Las transiciones pueden tardar, pero esta vale la pena y debería ocurrir con mayor rapidez, pues ofrece beneficios a todos: para la reducción de emisiones de carbono, para elevar la capacidad de compra del consumidor, la creación de empleados y equilibrar saldo de pagos de los países, así como lograr menores gastos de capital.