El reto de ser emprendedor

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Las empresas cuentan con distintas etapas o ciclos de vida que marcan su periodo evolutivo para su consolidación. Desde la idea, el inicio del negocio, la etapa de crecimiento y madurez. A partir de esta etapa, la permanencia de la empresa dependerá de muchos factores, pero principalmente de la visión emprendedora que el dueño tenga para hacer que la empresa trascienda más allá de su propio ciclo de vida.

En una economía tan competitiva, los negocios se tienen que reinventar para poder permanecer. Lo que en su momento fue un buen negocio que dejaba muchas ganancias, posiblemente hoy en día ya no lo es. Y este es el gran reto que tienen las economías.

En la etapa de inicio del negocio, existen muchos factores que hay que considerar para procurar su éxito.

Un buen estudio de mercado es clave para determinar si una idea de negocios puede ser viable y rentable. Dentro de este, se debe realizar un análisis del clima de negocios o entorno competitivo en el que se desenvolverá el emprendedor como elementos fundamentales para determinar la probabilidad de éxito.

Este proceso implica analizar, entre otros aspectos, los canales de comercialización, la competencia actual y el potencial, el perfil del cliente al cual se quiere vender el producto o servicio, las condiciones físicas del local donde se va a ejercer la actividad, los esquemas de costos, así como elementos regulatorios, requisitos y permisos de funcionamiento. Pero algo importante es la actitud emprendedora que tenga el empresario.

La creación y desarrollo de una empresa propia es sin duda muy gratificante, pero también exige mucho sacrificio, disciplina y esfuerzo; y si, además, se presentan obstáculos a nivel institucional para la formación y formalización de la empresa, el reto se vuelve aún mayor.

Si bien las cargas sociales pueden pesar bastante en la estructura de costos de una empresa, lo cierto es que por sí solas no deben ser un factor de mortalidad empresarial, siempre y cuando hayan sido adecuada y responsablemente incorporadas en los estudios de factibilidad realizados en las etapas iniciales, a partir de los cuales se estima la posible rentabilidad del negocio.

Asimismo, no se puede achacar a un solo elemento el resultado de un negocio, sino que es una mezcla compleja de factores económicos, sociales, productivos, competitivos, e incluso motivacionales y actitudinales, lo que definirá el éxito o fracaso de un proyecto empresarial, y esto, en cualquier etapa del ciclo de vida.

Menos mortalidad

En ese sentido, en el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC), se trabaja para apoyar a los emprendedores, en especial en las primeras fases del ciclo de vida, para que puedan reducir el riesgo de mortalidad de sus empresas, utilizando herramientas de reconocimiento mundial.

Se ha establecido una red de centros de atención, Creapyme, donde se cuenta con personal especializado que puede asesorar a los emprendedores y empresarios para arrancar sus ideas productivas y, actualmente, se está trabajando en el diseño del nuevo modelo de atención con la finalidad de mejorar la capacidad de apoyo a los emprendedores, a las pymes y a las empresas que buscan encadenarse

En conjunto con las instituciones de la Red de Apoyo a Pyme, se pone a disposición de estas empresas y los emprendedores, programas financieros y de fortalecimiento de la gestión empresarial, a fin de lograr la consecución de los sueños de muchos y muchas costarricenses emprendedores, que en su proyecto de vida tiene el desarrollo de una empresa.

Reconocemos que la tramitomanía para la formalización en algunas instituciones es engorrosa. En ese sentido el MEIC tiene como inclaudicable función, trabajar con las instituciones reguladoras con el fin de que, sin sacrificar la calidad y la seguridad en la producción y venta de servicios, se puedan crear estrategias a favor de la pyme para que cumpla con las normativas, en condiciones más favorables en materia de costos.

Esta administración ha establecido como eje principal, el bienestar del ciudadano, donde el enfoque de generación de riqueza es con el fin de que permee a toda la población, en especial de las más vulnerables.

Por ello, la estrategia de crecimiento va orientado hacia un desarrollo hacia la producción nacional, en donde nos aboquemos a encadenar todos los emprendimientos en las actividades con mayor dinámica económica y de esta forma, asegurar que más regiones y ciudadanos puedan acceder a los factores de producción. De tal forma que el apoyo al emprendimiento y desarrollo de las pymes será fundamental para lograr este objetivo.

La articulación institucional, será clave para lograr este cometido. Pero estamos seguros de que con un fuerte liderazgo de las nuevas autoridades, se podrá lograr que existan más y mejores empresas pymes generando empleos decentes a la población.

No me corresponde evaluar la eficiencia en la Administración Pública, pero sí considero que las instituciones públicas, al igual que las privadas, deben tener esquemas de gestión que hagan más productivos los recursos. El nivel de profesionalismo con que se cuenta en la mayoría de las instituciones indica que el Estado ya está preparado para dar este importante paso.

Aprovecho para animar a las empresas para que emprendan sus ideas de negocios, porque sin duda cada una de ellas representa un importante aporte para la economía costarricense.