IoT cambiará nuestro mundo

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La Internet de las cosas (IoT) es un sistema complejo de redes y de sensores y objetos que tienen como fin conectar las cosas, incluyendo artículos de la vida diaria y dispositivos industriales. El objetivo es incorporar inteligencia en los bienes, y que estos seas programables y más capaces de interactuar con humanos.

La IoT no es una segunda Internet, es una red de artefactos conectados que posibilitan la automatización de innumerables tareas, que pueden ir desde la detección de congestionamientos vehiculares hasta el monitoreo de la presión sanguínea.

Para llegar a este escenario los artefactos deben poderse conectar y hablar entre ellos, sin importar su fabricante, siendo el valor verdadero de la IoT la capacidad de intercambio de datos.

La IoT promete ser la más disruptiva revolución tecnológica desde el advenimiento mismo de la Internet digital. Será incluso el sistema más grande jamás creado en la historia.

Diversos organismos han elaborado proyecciones que varían en cuanto al número estimado, pero que son consistentes en el orden de magnitud de la cifra. Por ejemplo, Cisco indica que habrá alrededor del mundo cerca de 24 billones de objetos conectados a Internet para el 2019.

Ahora bien, cabría plantearse si el impacto y los beneficios de la IoT serán globales, o restringidos a las economías desarrolladas. Afortunadamente la IoT extiende su alcance de manera global permitiendo a todos beneficiarse por igual, pero países como Costa Rica tienen retos.

Políticas y regulación. Hay nuevas y arduas exigencias debidas a la rápida evolución del IoT y la limitación de recursos con que cuentan. De la mano con las oportunidades también se agrega una nueva dimensión de complejidad que planteará retos incluso mayores en materia de regulación que los que ha planteado en su momento la aparición de la Internet digital. El reto para países como el nuestro está en precisar qué información y recursos exactamente requieren los desarrolladores de políticas.

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Infraestructura y recursos. A pesar de los adelantos en cobertura y penetración del Internet y de las telecomunicaciones que se verifica en forma generalizada en los países en vías de desarrollo, existen aún brechas en cuanto a confiabilidad, alta velocidad y facilidad de acceso, tanto en el ámbito personal como empresarial. El manejo del espectro radioeléctrico es fundamental considerando que la tecnología inalámbrica está en la base de muchas implementaciones de IoT. Asimismo, la dotación en cantidad y calidad de infraestructura de centros de datos debe agregarse a la lista en razón de la preponderancia de los servicios en la nube.

Inversión . En países desarrollados la inversión en IoT y las aplicaciones asociadas ha estado de la mano con el mercado, siendo las compañías y las alianzas entre compañías las que detectan en forma temprana y proactiva las oportunidades. La IoT ofrece enormes oportunidades para fabricantes de equipos, proveedores de servicios de Internet y desarrolladores de aplicaciones. En qué medida, en los países en vías de desarrollo, ¿será el sector privado el que va a liderar la inversión en el desarrollo de aplicaciones, por ejemplo, en los campos social, ambiental, cultural? Los gobiernos tienen aquí un rol decisivo para incentivar la innovación y para que estos desarrollos sean emprendidos por investigadores e industrias locales.

NOTA: Emmanuel Hess es gerente general del Centro para la Productividad de Georgia Tech - Costa Rica