Juntos trabajamos por la Costa Rica sostenible del futuro

En términos de sostenibilidad es imperante mejorar la gestión del capital natural y continuar incrementando nuestras contribuciones al Plan Nacional de Descarbonización

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El Día Mundial del Medio Ambiente, designado el 5 de junio por la Organización de las Naciones Unidas, es un momento propicio para reflexionar sobre el futuro de nuestro país y el estilo de desarrollo al que estamos apuntando ¿cómo visualizamos nuestra Costa Rica soñada?

Ojalá coincidamos en esta Costa Rica como una nación próspera, sostenible e inclusiva, con un enfoque regenerativo que nos permita dar un paso más allá de únicamente mantenerla, porque en nuestras manos está la responsabilidad de transcender y potenciar el legado recibido, para heredarlo a las generaciones futuras.

Tenemos por delante grandes desafíos para cerrar las brechas de desarrollo en materia económica, de bienestar, ambiental y de confianza social, donde saldar la deuda con las mujeres en cuanto a su participación en la economía del país debe ser un derrotero en nuestro porvenir. En términos de sostenibilidad es imperante mejorar la gestión del capital natural y continuar incrementando nuestras contribuciones al Plan Nacional de Descarbonización redefiniendo nuestro propio futuro, mientras mitigamos y nos adaptamos a los efectos del cambio climático.

En esta dirección, en Fundación CRUSA impulsamos una serie de proyectos para promover la producción sostenible, amigable con el ambiente, el uso de energías limpias y el manejo responsable de los residuos sólidos en el país. Estas iniciativas están alineadas con las metas nacionales para el desarrollo de una economía baja en emisiones de gases de efecto invernadero, particularmente las provenientes del carbono y estamos seguros de que tendrán un alto impacto para el país y, sin duda, en el cumplimiento de los objetivos ambientales propuestos.

Entre ellos destacan programas como GreenTech Costa Rica para el fortalecimiento del ecosistema empresarial y de innovación a través del crecimiento e incubación de empresas que desarrollan tecnologías verdes y con el cual se busca consolidar al país como un hub mundial en tecnologías limpias. El programa fomenta la transformación productiva verde de las pymes mediante el otorgamiento de capital semilla y con ello se promueve la diversificación y el incremento del valor agregado de la oferta exportable de Costa Rica.

Otro de los pasos significativos que debemos profundizar es la redefinición de la forma como nos movemos. Hoy más que nunca está claro que el transporte público y la industria del uso de energías producidas por derivados de petróleo hacia fuentes más sostenibles es un reto ineludible. En este sentido, el hidrógeno verde es una tecnología que llegó para quedarse y adoptarse, al igual que el proyecto E-taxiCR que permitirá la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero mediante el impulso a la movilidad eléctrica del transporte público, iniciando con la incorporación de taxis eléctricos en el Aeropuerto Juan Santamaría, con el que se obtendrá información de primera mano sobre el impacto de esta tecnología para lograr su escalamiento.

Por otro lado, para un desarrollo sostenible requerimos garantizar la seguridad hídrica, principalmente en el Gran Área Metropolitana donde la presión por el agua en calidad y cantidad es crítica y es ahí donde Agua Tica, el primer fondo de agua público-privado y de sociedad civil en Costa Rica deja su huella. Agua Tica parte de la ciencia para sumar esfuerzos, sustentar y priorizar proyectos procurando la eficiencia en la inversión de los recursos para la conservación del agua a través de ocho líneas de inversión estratégica como son la reforestación, las buenas prácticas agrícolas, las actividades de protección de bosque, la regeneración natural y la asistida, las buenas prácticas pecuarias, los sistemas agroforestales y la educación ambiental.

Con el Programa de Crecimiento Azul, en alianza con Conservación Internacional, impulsamos un modelo de economía azul para incrementar la competitividad de la actividad pesquera costarricense que atiende las necesidades del mercado local y el de exportación. Para ello, es necesaria la creación de sistemas de denominación de origen y de fomento en el consumo, diversificación y reconversión de la oferta productiva pesquera basada en la sostenibilidad multidimensional de Costa Rica y sus recursos naturales.

Finalmente, el Programa de Gestión Integral de Residuos Sólidos, en alianza con la cooperación alemana GIZ, permite fortalecer las capacidades municipales en su gestión de los residuos sólidos y establecer mecanismos de financiamiento no reembolsable para proyectos vinculados a la cadena de valor de los residuos sólidos.

Todo esfuerzo es valioso

Necesitamos que el país reduzca su dependencia de los combustibles fósiles y disminuya las emisiones de carbono, promoviendo el uso de energías limpias en el transporte público, también apoyando a pequeñas y medianas empresas para que implementen procesos de producción amigables con el ambiente y fortaleciendo las capacidades municipales para el manejo adecuado de los residuos sólidos. Sin duda alguna, hoy las alianzas público – privadas son clave en este objetivo de descarbonizar nuestra economía.

Para seguir desarrollando iniciativas innovadoras y disruptivas es necesaria la articulación de esfuerzos en comunidad, y por ello, en este Día Mundial del Medio Ambiente, hago el llamado a diseñar lo que aún no está diseñado para atender los retos de nuestro tiempo. Unamos esfuerzos, capacidades y recursos y apuntemos juntos hacia una visión país, hacia nuestra Costa Rica soñada.