La empresa “País Costa Rica”

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La logística hoy es un tema habitual en el sector privado. Su importancia ha venido creciendo gracias al papel que juega en la obtención de resultados. Pero su aplicación es muy limitada en el sector público de nuestro querido país.

Lograr que el sector público implemente esta práctica privada representa un gran desafío puesto que la realidad de cada uno de los sectores es muy distinta. Por ejemplo, en la administración pública, no se maneja el costo de oportunidad del dinero en torno a la pronta y oportuna ejecución de los proyectos y tareas, algo que impacta en el no cumplimento de las metas y naturalmente el retraso nacional e internacional en el que cae Costa Rica.

Y de esto estamos más que claros: Costa Rica tiene muchos años de retraso. Tenemos la capacidad de ser de los grandes, pero hoy somos de los pequeños.

Una de las principales áreas en la administración de la cadena de abastecimiento es el departamento de logística, el cual debe buscar la mejor participación en sus mercados de acción.

Claro está que en la empresa llamada “País Costa Rica” no contamos con un departamento (ministerio) y mucho menos con un gerente (ministro) que asuma esta fundamental función, integrando, supervisando y ejecutando de manera coordinada y colaborativa, el trabajo de todos los departamentos (ministerios) en procura de un solo objetivo: lograr la ejecución de los proyectos en tiempo, calidad y costo adecuado, alcanzando los objetivos de crecimiento y rentabilidad.

Se imagina usted qué felicidad que Costa Rica logre este objetivo. Seguro que sí seríamos la “Suiza Centroamericana”.

Una definición

Sin embargo, ¿qué es logística en el sector público?

Depende de cómo lo estemos viendo o analizando, la logística conlleva muchas acciones, pero todas tienen los mismos objetivos: planificar, integrar, implementar y controlar su funcionamiento adecuadamente, para que luego, conforme se requiera en un proceso de crecimiento y demanda de más necesidades, se realicen los ajustes en el tiempo correcto para que las operaciones no se vean afectadas.

La logística debe de ser vista como el arte de que los productos y servicios lleguen al lugar adecuado, en la cantidad correcta y en el tiempo oportuno para satisfacer las necesidades de los cliente/consumidores.

Estamos viendo este importantísimo asunto de la logística desde dos puntos de vista:

Uno, el Estado como cliente final: Algunas de las funciones fundamentales en este proceso de la logística en el Estado serían pronosticar correctamente la demanda de bienes y servicios; conocer ampliamente a todos sus proveedores; ejecutar en tiempo oportuno las compras; administrar adecuadamente los inventarios; hacer la distribución y entrega en tiempo y condiciones correctas y minimizar las mermas (robo, vencimiento, deterioros) de los productos a lo interno de cada dependencia del sector público. Todo lo anterior con un extraordinario impacto en el uso adecuado de los recursos financieros del país.

Dos, el Estado como proveedor: Implica desarrollar la mejor infraestructura vial (carreteras, puentes, etc.) impactando la disminución de los tiempos de tránsito de las mercancías; desarrollar la mejor infraestructura tecnológica (automatización de procesos) y humana en los procesos aduaneros de importación y exportación, y minimizar, simplificar y automatizar la tramitología en los diferentes campos que permitan la operación efectiva y pronta de las empresas.

Y tal y como una empresa debería hacerlo, estos ajustes deben ir siempre con la convicción de satisfacer a sus clientes que somos cada uno de los costarricenses.

Ojalá nuestras autoridades tengan esa visión empresarial y empiecen a tratar a Costa Rica como lo que debe de ser: una gran empresa, rentable y globalizada. Para esto, la empresa “País Costa Rica” requiere un presidente que actué como un gerente de clase mundial.