La nueva visión Atlántica

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Al iniciar la integración de la Cuenca Atlántica con los viajes de Colón, el estimado del PIB per cápita de Europa Occidental era menos de dos veces mayor que el de África. Cinco siglos después, a finales del siglo XX, estos continentes eran mucho más ricos y también más desiguales: el PIB por habitante mundial había aumentado más de 10 veces, Canadá y Estados Unidos (los que más crecieron) lo habían multiplicado por más de 65 veces, y África lo había hecho crecer casi 3 veces y media, si bien es donde menos subió.

Como muestra la tabla “PIB por regiones”, ahora la desigualdad es mucho mayor: en vez de ser casi 2 veces más grande el producto más alto, ahora es casi 20 veces más.

Estas riqueza y desigualdad mayores surgidas con la Revolución Industrial y con los continuados cambios tecnológicos, se refleja en múltiples aspectos de la Cuenca Atlántica.

Así, es una zona de inmensa riqueza energética en la cual se da un verdadero renacimiento que está rediseñando los mapas globales del petróleo, el gas y las fuentes renovables. Los cambios en Estados Unidos, Canadá y México como productores de energía son asombrosos, pero no lo son menos los avances en biocombustibles, hidroelectricidad, petróleo y gas en las latitudes al sur.

La Cuenca Atlántica es clave para el suministro de energía y lo es también en innovación. El 80% de los biocombustibles se producen y negocian en el Atlántico y también el 70% de la capacidad para generar energía renovable.

Pero, a la par de esa riqueza energética, en África solo el 26% de las familias tienen acceso a electricidad. Extender el acceso a la energía reduciría la pobreza y la mortalidad infantil, mejoraría la educación y la sostenibilidad ambiental, aceleraría el crecimiento económico y disminuiría la creciente desigualdad.

Una situación similar se vive en cuanto a los flujos de comercio de mercancías, de servicios y financieros. La zona atlántica es la mejor integrada y, en ella, se mueve la mitad del comercio mundial. Es hogar de las mayores economías en producción y exportación de servicios, un segmento de las transacciones internacionales que aún está en su infancia. Pero esto se concentra sobre todo en el hemisferio norte, por lo que se mantiene la gran desigualdad citada a pesar de los enormes flujos de inversión que atraviesan el Atlántico como un todo.

Paradójicamente, la Cuenca Atlántica tiene en su infancia los mecanismos para su gobierno y se carece de cooperación diplomática con una visión atlántica, no obstante el crecimiento de su integración y la magnitud de su potencial desarrollo mediante la cooperación.

Las propuestas

De ahí surge la Iniciativa de la Cuenca del Atlántico, que viene desarrollándose desde hace más de dos años al amparo de la prestigiosa universidad Johns Hopkins y bajo el liderazgo del expresidente del Gobierno de España, José María Aznar, y del director del Centro para Relaciones Transatlánticas, Dan Hamilton.

La iniciativa fue presentada en Washington el 5 de marzo y en Bruselas el 7 de abril en conjunto con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso. Entre sus propuestas, que además contemplan objetivos de seguridad, preservación del propio océano, desarrollo humano y vigencia de valores democráticos, está un Foro Atlántico de Energía para promover una explotación más eficiente de los recursos tradicionales, el uso de fuentes renovables y corregir la pobreza energética de las familias.

En comercio e inversión se promueve que EE. UU. y Europa armonicen sus preferencias comerciales para facilitar el desarrollo de los países africanos de menores ingresos y que las empresas piensen en “Hecho en México” y “Hecho en Ghana”, y no solo en “Hecho en China”. También se propugna que el Acuerdo Transatlántico de Comercio e Inversión (TTIP), que están negociando los EE. UU. y la UE tenga una estructura abierta, de modo que se permita el acceso de África y América Latina. Así el TTIP promovería creación y no desvío del comercio.

La Iniciativa de la Cuenca Atlántica pretende ser lugar de encuentro de políticas racionales y propuestas técnicas, para construir soluciones en las cuales se gane con la visión atlántica, y los firmantes de los cuatro continentes atlánticos incluyen expresidentes, primeros ministros y presidentes de corporaciones.

El documento completo y la lista de quienes lo suscribimos puede ser accesado en: http://transatlantic.sais-jhu.edu/events/2014/Atlantic%20Basin%20Initiative%20White%20Paper.pdf

Los documentos de trabajo y relatos de las sesiones de trabajo se encuentran en: h ttp://transatlantic.sais-jhu.edu/events/2012/Atlantic%20Basin%20Initiative/Atlantic%20Basin%20Initiative

PIB por regiones

Dato per cápita. En dólares de 1900.

Región

1500

1998

África

400

1.368

Canadá y EE. UU.

400

26.146

Europa occidental

774

17.921

Latinoamérica

416

5.795

Mundo

565

5.709

Relación mayor a menor

1,9 veces

19,1 veces