La reducción de trámites aduaneros dentro de las prioridades para el 2015

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El año pasado, el presidente de la República, Luis Guillermo Solís, se comprometió a simplificar 195 trámites para el 2015.

El anuncio coincidió con la publicación del reporte “Doing Business 2014”, que elaboró el Banco Mundial, en el cual Costa Rica bajó unos cuantos puestos y pasó de la posición 102 a la 126, en comparación con el 2013.

De este compromiso, esperamos que el presidente Solís Rivera incluya los trámites aduaneros como un punto prioritario en la agenda.

Por trámites aduaneros se entiende, en el sentido más amplio, como el conjunto de requisitos necesarios para el transporte de mercancías de un país a otro, cumpliendo con los procedimientos de importación y nacionalización respectivos según las regulaciones aduaneras internas, para evitar cualquier sanción.

El principal obstáculo de los trámites aduaneros, sin lugar a dudas, lo constituye el mismo sistema TICA, cuya vida útil ya llegó a su fin.

Este sistema requiere, de forma inmediata, que sea “actualizado”, o mejor dicho, que sea sustituido por un sistema mucho más eficiente.

Este nuevo sistema debe permitir no solo revisar mercancías, guardar datos y generar estadísticas, sino también generar una serie de combinaciones para un mayor control aduanero por parte del Sistema Aduanero Nacional, especialmente sobre aquellas mercancías que tienen alguna incidencia fiscal.

Al ser el TICA un sistema lento y limitado, constantemente se presentan problemas en su uso.

Esto le resta competitividad al país, máxime con la cantidad de tratados internacionales ratificados y próximos a ratificarse, y llega a generarse una gran duda sobre si existe realmente coordinación institucional entre los distintos actores encargados de la atracción, facilitación y cobro de tributos en torno al comercio internacional.

Como si fuera poco, este problema se une la falta de uniformidad de criterios respecto a los alcances de interpretación del ordenamiento aduanero nacional.

Esto genera que en la práctica, muchas aduanas actúen bajo su propia potestad sin cumplir con los lineamientos, criterios o resoluciones que al respecto emite la Dirección de Normativa Aduanera.

Asimismo, los importadores y agentes aduaneros no cuentan con una instancia centralizada dentro del Sistema Nacional de Aduanas, para que los apoye en sus gestiones con el fin de facilitar el acceso a la información y comunicación con las autoridades aduaneras.

Así quedan a la suerte de la aduana de turno, con el agravante de verse expuestos a un posible proceso sancionatorio en su contra por falta de información o asistencia.

El país debe mejorar su posicionamiento internacional, en especial en el ámbito comercial.

Esto vuelve casi que obligatorio realizar una reducción de trámites aduaneros.

El país deberá invertir en infraestructura tecnológica para realizar los cambios necesarios al sistema TICA; además de lograr uniformar criterios entre todas las instancias y niveles jerárquicos de la Dirección General de Aduanas con el fin de crear mayor seguridad jurídica en las transacciones comerciales.

La competitividad de un país se encuentra directamente relacionada con la eficiencia en la implementación de políticas gubernamentales orientadas a realizar cambios internos, por lo que en el caso de Costa Rica, esto no sería la excepción.