El fenómeno conocido como globalización ha generado una serie de cambios en el comportamiento de los mercados de bienes y servicios, donde muchos de ellos actualmente cuentan con una mayor y más agresiva oferta, así como con una demanda mucho más informada y exigente.
Esta situación ha generado que la incorporación de Tecnología de Información y Comunicación (TIC) juegue un papel cada vez más importante para las empresas y su competitividad.
Incrementar el nivel de tecnificación permite a los empresarios tener mayor conocimiento no solo de su organización, sino también de la industria y de su entorno; y con ello generar modelos de inteligencia de negocios que le ayuden a mejorar su capacidad para la toma de decisiones estratégicas y reducir los riesgos tanto financieros como operativos.
Sin embargo, para que la implementación de TIC sea exitosa, es necesario que en las empresas se cuente con un alto nivel de entendimiento de su cadena de valor, lo que a su vez exige un análisis profundo por parte de todas las áreas que la conforman.
En vista de lo anterior es que para cualquier empresa, el desconocimiento de sus procesos, representa el principal factor de riesgo ya que la información en cuanto al desarrollo de todas las tareas es el principal insumo para que las TIC respondan a las necesidades reales de la empresa y de esa manera agreguen valor a sus procesos, servicios y clientes.
Un error en que se puede incurrir al momento de analizar la cadena de valor, es pensar que para ello es suficiente con el aporte del equipo gerencial y se excluya a aquellos colaboradores que trabajan directamente en los procesos ya que son ellos quienes conocen cómo se llevan a cabo todas las actividades y tareas, lo cual los convierte en la principal fuente de información.
Ante esta realidad, es necesario que los empresarios comprendan e interioricen la importancia que tiene el uso de las TIC, pero más importante es que, al momento de implementar una mejora en este tipo de tecnologías, se cuente con la participación activa de todos los actores que están involucrados directamente en los procesos.
De no ser así, la pérdida económica en que puedan incurrir las firmas, así como la disminución en su competitividad podría ser muy alta, ya que cualquier iniciativa de TIC que se pretenda implementar, no podrá generar resultados positivos si la información que se suministró para su desarrollo es incompleta o de mala calidad.