Mirando el 2015 con oportunidad

Un cierre de año pesimista. Edición 1.004

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En nuestro contexto nacional, la convivencia democrática implica el desarrollo de capacidades y oportunidades para las personas.

Cuatro son los frentes de trabajo simultáneos y concatenados, esenciales y urgentes en materia de desarrollo nacional: crecimiento económico, competitividad, innovación y encadenamiento de un tejido empresarial, generación de empleo digno y seguro, combate a la desigualdad y la pobreza y Estado eficiente y eficaz como garantía de bien público y de direccionamiento del desarrollo.

La evaluación del desempeño económico del 2014 no es extraña a las características del estilo de desarrollo asumido en las últimas décadas, como lo señala el XX Informe sobre el Estado de la Nación. Es un momento histórico signado por una transición. Ello es motivo de incertidumbre pero también de optimismo.

En inversión pública la evidencia muestra un abandono de la gestión y fiscalización estatal. Elevar la capacidad de formulación de nuevos proyectos de inversión pública, superar el rezago en materia de ejecución de obra, innovar en mecanismos de financiamiento de inversión pública a partir de una agenda de prioridades nacionales y alianzas público-privadas es lo que corresponde y así se hará. El resultado por conseguir es recuperar el SNIP.

En el ejercicio presupuestario hay signos del 2014 que implican haber asumido con determinación la realidad encontrada. Reducir en 2,3% la tendencia de la variación interanual acumulada del gasto fue un logro en su desaceleración. También es un ejemplo el caso de Recope, al reducir en ¢6.000 millones los gastos de operación en este año.