Opinión: Crecimiento amurallado

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“La restricción ha disminuido el crecimiento del crédito, con lo cual se desacelera el crecimiento de la producción y del empleo”. De ese modo se refirió la Asociación Bancaria Costarricense (ABC) a la medida impuesta, en febrero, por el Banco Central (BCCR) al restringir el crecimiento del crédito en colones a un máximo del 13,8% y en dólares al 9,9%, tanto para bancos públicos como privados.

El BCCR ordenó dicha restricción como parte de las medidas que creyó oportunas para evitar el ingreso de capitales especulativos que obligaron a realizar fuertes intervenciones para mantener el precio del dólar en el piso de la banda cambiaria establecida.

Las medidas para controlar el ingreso de capitales especulativos dieron resultados positivos, ya que al escalonar un descenso en la TBP, y además restringir el crecimiento crediticio, se dio un claro mensaje a los diferentes mercados internacionales que, a su vez, desincentivaron la permanencia de dichos capitales en nuestro país.

Sin embargo, existe una gran preocupación en distintos sectores de la economía, y no solo a nivel bancario, al punto que inclusive la Uccaep ha solicitado la cancelación de la medida, al achacarle una reducción en la tasa de empleo. Dichos llamados no han sido ignorados, ya que inclusive la presidente Laura Chinchilla ha solicitado al BCCR valorar la conveniencia o no de mantener la restricción.

La otra cara

Aunque las medidas dieron resultados positivos en el tema específico de capital golondrina, ha implicado un fuerte impacto sobre diversos indicadores como el IMAE (que muestra una fuerte contracción al hacer el análisis comparativo interanual del primer semestre del 2013), el crecimiento de la tasa de empleo y el IPC.

Es importante destacar que es oportuno que, tal y como se hizo en febrero pasado, el BCCR revierta de un modo escalonado la medida de restricción crediticia, precisamente porque tal y como se ha apreciado la intervención por parte del BCCR ha ido disminuyendo al punto de ser prácticamente nula.

Sin embargo, la medida que ha disminuido la TBP a su punto actual debe mantenerse (por parte del Ministerio de Hacienda), ya que al repercutir directamente sobre las tasas, ha sido determinante para desalentar el ingreso de capitales especulativos.

La importancia de la prudencia al tomar decisiones por parte del BCCR y el Gobierno Central es clave. En febrero, diferentes sectores exigían como solución definitiva al “problema cambiario” la liberación de las bandas para que, por medio de la oferta y demanda, se definiera el precio del dólar, medida que eventualmente será necesaria cumplir con la mayor responsabilidad del caso. Pero se demostró que no solo no era el momento adecuado para aplicarla, sino que tampoco era la única solución al ingreso de capital golondrina.