Opinión: Desafíos de América Latina

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América Latina presentó un periodo de bonanza económica en la década del 2000 (del 2003 al 2012 hubo un 4% de crecimiento promedio en toda la región). El crecimiento rápido del comercio internacional y los términos de intercambio positivos a causa de los precios de las materias primas, ayudaron a impulsar la prosperidad económica de la región.

La mayoría de países de América Latina experimentaron una reducción de la pobreza y el nacimiento de una clase media emergente.

Actualmente, el escenario es menos favorable. La ralentización de la demanda externa, la moderación en precios de materias primas, y el endurecimiento en las condiciones financieras y monetarias globales, están haciendo que América Latina enfrente nuevos desafíos para este 2014.

Los efectos más notables de una desaceleración en el crecimiento de América Latina serían una generación menor de puestos de trabajo, un menor crecimiento de los salarios, al igual que condiciones fiscales menos favorables para enfrentar las necesidades y demandas de los ciudadanos.

Incertidumbres

La disminución en la demanda externa por las exportaciones de la región, y la normalización del mercado financiero y monetario de los Estados Unidos, generan algunas incertidumbres. A pesar de que las necesidades de financiamiento son aún moderadas en la generalidad de los países latinoamericanos, y que la composición de activos y pasivos han permitido mitigar los riesgos generados por desequilibrios en las balanzas de pagos, aún existen posiciones yuxtapuestas en el concierto de países de la región.

A pesar de que algunos países presentan posiciones financieras y comerciales robustas, otros presentan posiciones más vulnerables, especialmente los países del Caribe. Similarmente en el espacio fiscal, hay países que han logrado disminuir sus niveles de endeudamiento por condiciones de financiamiento favorables y efectos de valuación. Otros han visto deteriorar su condición fiscal en los últimos años, haciéndoseles difícil aplicar medidas contracíclicas como forma de prevenir los efectos nocivos de una crisis.

La normalización de la política monetaria de los Estados Unidos podría presentar nuevos retos para los sistemas financieros, especialmente luego de haberse experimentado procesos de expansión de crédito notables en varios países.

Para efectos de prevenir una crisis impulsada por la salida de capitales de la región, es indispensable monitorear cercanamente la solidez del los sistemas financieros y tomar las medidas pertinentes para garantizarla.

Se deben crear indicadores para monitorear los riesgos sistémicos y de créditos pertinentes, así como impulsar medidas macroprudenciales con el objeto de prevenir y mitigar posibles desequilibrios financieros en América Latina.