Opinión: Estadísticas para decidir

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Un país que cuenta con estadísticas confiables y estandarizadas internacionalmente tiene un instrumento poderoso para medir el impacto de las políticas públicas que implementa su gobierno. De esta forma, se puede orientar y medir la efectividad de la intervención pública sobre los compromisos nacionales e internacionales, haciendo los resultados comparables entre países y facilitando la rendición de cuentas. Las estadísticas ofrecen una mirada objetiva de los sistemas nacionales y brindan un panorama global que facilita la atracción de inversión extranjera directa y recursos de cooperación internacional.

Es importante que los datos reflejen de manera consistente y veraz la realidad del país, siendo insumo clave para la construcción o ajuste de agendas de intervención en las áreas prioritarias para Costa Rica. Por lo tanto, la Administración Chinchilla Miranda ha centrado sus esfuerzos en recopilar, y actualizar de la manera más fidedigna, la información que se utiliza para elaborar los principales índices internacionales, como por ejemplo, el Índice de Desarrollo Humano (IDH), el Índice de Hacer Negocios, el Índice de Desempeño Ambiental y el Índice de Competitividad Global (ICG).

Los índices en referencia, principalmente el caso del IDH y ICG, son generados a partir del análisis de diversas variables, tomando como referencia muchas de las estadísticas de nuestro país que se encuentran en las bases de datos del Instituto de Estadísticas de Unesco (UIS), conforme a los datos aportados periódicamente por Costa Rica. No obstante, existe información referente a educación, específicamente en indicadores como tasas en educación primaria y terciaria, que ha estado desactualizada por mucho tiempo.

Por ejemplo, en la tasa de educación terciaria, a pesar del gran esfuerzo realizado, aún no se ha podido recolectar de manera total los datos sobre matrícula en educación superior a nivel nacional, debido a que no se reporta de manera universal la matrícula de todas las universidades privadas. Esto afecta negativamente los resultados obtenidos por Costa Rica en estos índices internacionales.

Impacto negativo

Por lo tanto, estadísticas que no reflejan la realidad, minimizan los avances que Costa Rica pueda haber logrado en los últimos años en materia de desarrollo humano y competitividad. Resulta paradójico que una parte importante del deterioro de la posición comparativa de nuestro país en esos índices se explique, en lo esencial, por la falta de información o por diferencias metodológicas.

Por tratarse de un tema de interés nacional, el Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica (Mideplan) está liderando este proceso de construcción, actualización y reporte de estadísticas, para lo cual entre otras acciones, se recibió en abril una misión de asistencia técnica de la Unesco dirigida a diversos entes de gobierno y academía con el fin de que estos puedan implementar los ajustes metodológicos necesarios que garanticen un adecuado reporte de la información.

De esta forma, se pone en evidencia la importancia de tener estadísticas educativas realistas, comparables internacionalmente, así como el rol protagónico de cada país en el proceso.

El desarrollar mejores estadísticas no es una tarea fácil, ni debe ser un fin en sí mismo, pero sí una responsabilidad que debemos asumir para lograr que diferentes actores reflexionen y se sensibilicen sobre el tipo de sociedad que se quiere mantener o alcanzar y para sugerir las políticas y comportamientos que permitan moverse en esa dirección.