Opinión: Flexibilización cuantitativa

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Flexibilización Cuantitativa, o QE, en simples palabras, es una herramienta utilizada por el banco central de un país para incentivar la economía. Sin embargo, aunque este tipo de política monetaria parece ser una amiga de los mercados de capital y la mano salvadora ante dificultades socioeconómicas, también podría ser catalizador hacia nuevas crisis en mercados ya afectados o en mercados emergentes.

Saliendo de la crisis del 2008, la Reserva Federal decidió disminuir las tasas de interés de corto plazo para estimular el gasto y así incentivar la economía. A pesar de las medidas tomadas, la economía no mejoró lo suficiente, las tasas llegaron al límite de lo que podían reducirse y se llegó a un punto de inflexión. Como el banco central no puede simplemente tirar plata por el balcón para que los bancos presten y las empresas gasten e inviertan es necesario un instrumento nuevo.

En ese momento, el banco central de EE. UU. decide comprar activos respaldados por hipotecas y notas del Tesoro para inyectar dinero en la economía y así reducir las tasas de interés de largo plazo. ¡Bienvenida Flexibilización Cuantitativa!

Teoría vs. realidad

Con esto los negocios deberían producir más, invertir más y contratar más. En setiembre del 2012, la Reserva Federal anunció su nuevo programa llamado QE3 en el que se comprometió a comprar $85 millardos de activos mensuales ($45 millardos en bonos del Tesoro y $40 millardos en notas respaldadas por hipotecas) hasta que la tasa de desempleo caiga a 6,5% o la inflación exceda 2,5% al año; tras ocho meses los resultados en cuanto a desempleo han sido mediocres y el último reporte de empleo lo refleja.

Para mayo, las empresas en EE. UU. contrataron tan solo 135.000 empleados, por debajo de la media esperada de 165.000. Por otra parte, la tasa de desempleo continúa en un nivel inadecuado de 7,6%. Desde el QE3, el S&P 500 ha aumentado 200,55 puntos (14,5%), los flujos de efectivos de las empresas han aumentado, las acciones han crecido artificialmente y la creación de empleos está mal. ¡Qué casualidad ¡Dividendos! ¿Le preguntamos al Gobierno o a los directores ejecutivos?

La flexibilización monetaria puede ser tomada como un intento implícito por devaluar la moneda, lo que puede generar efectos negativos en las balanzas comerciales de países como inestabilidad de precios en productos de exportación o motivar a otras naciones a devaluar sus monedas.

Otro factor es que el exceso de liquidez que genera hace que los altos retornos sobre la inversión ofrecidos en mercados emergentes sean muy atractivos para los inversionistas, lo que estimula la aparición de “capital golondrina”, sobre todo en aquellos países que, además de tener tipos de cambio relativamente estables, cuentan con políticas mediocres para controlar estos flujos de capital. ¡Qué linda es Costa Rica!