Opinión: La capacidad de gestión

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Mucho se dice con frecuencia respecto a los atrasos que las licitaciones y la construcción de obras para el Estado costarricense sufren, normalmente señalando como causa las apelaciones por parte de personas o empresas interesadas.

Sin embargo, un análisis rápido de la realidad nos indica que estas situaciones normalmente no se dan en instituciones autónomas, como es el caso de Recope, el Instituto Nacional de Seguros (INS) y la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), así como tampoco en el Fideicomiso UCR/BCR –que recientemente lleva adelante obras en la benemérita Universidad de Costa Rica (UCR), muy ágiles en el cumplimiento de los plazos que las leyes establecen–, pero sí ocurren cuando se trata de proyectos de infraestructura vial promovidas por el Conavi.

En una recopilación de datos sobre algunos procesos de construcción de obra pública licitados en años recientes, hecho en el seno de la Cámara Costarricense de la Construcción, obtuvimos resultados interesantes, que parten de los plazos que establece la ley, para los diferentes procesos que se requieren entre el inicio de una licitación y la orden para comenzar los trabajos de que se trate. Los plazos establecidos por la legislación van de un mínimo de 100 a un máximo de 145 días hábiles, cuando no hay apelaciones, y hasta los 195 días cuando sí se presenta este recurso por algún interesado.

Si vamos a los plazos que diferentes instituciones autónomas han tomado para dar orden de inicio a 13 obras licitadas, encontramos que son eficientes en la preparación de carteles, análisis de ofertas y adjudicación, pues en ninguno de los casos hubo apelaciones y en promedio pasaron 174 días naturales desde el inicio del proceso a la orden de inicio para el diseño o la construcción. En el caso del Conavi, con una muestra de 30 licitaciones para obra pública, encontramos que seis fueron apeladas (el 20%), y luego resueltas por la Contraloría General de la República en 28 días promedio cada una, mientras que el plazo promedio para dar la orden de inicio fue de 1.097 días naturales.

331 días

En cuanto al finiquito de obras, procedimiento para cerrar el proceso una vez terminados los trabajos contratados, el tiempo promedio tomado en seis proyectos por las otras instituciones fue de 107 días, en tanto el Conavi en 16 terminadas tomó 331 días.

A nosotros en la Cámara Costarricense de la Construcción nos queda claro que los atrasos en la ejecución de las obras no se deben a las apelaciones, incluso cuando ocurren, son resueltas de manera ágil por la Contraloría General de la República. Además, las apelaciones surgen cuando los carteles no son claros o abundan en requisitos innecesarios, y a veces hasta ilógicos, que dan paso a interpretaciones, errores y reclamos.

Esta información nos indica que debemos abocarnos a mejorar los carteles de las licitaciones y los procesos internos del Conavi, para que se desarrollen al mejor estilo de los que manejan otras Instituciones del Estado. Uno de los principios básicos que siguen los carteles en la CCSS, Recope, el INS y el Fideicomiso UCR/BCR, es que son balanceados, no piden requisitos muy específicos y procuran atraer a la mayor cantidad de participantes que, en general, cuenten con la capacidad técnica y financiera para construir una obra.

Aprovechar la experiencia de las dependencias de las instituciones autónomas que tienen a cargo los procesos licitatorios para diseño o construcción de obras, puede ser de utilidad para el Conavi.

Nunca hemos tenido tantos recursos financieros disponibles para desarrollar obras viales. Ahí están. Lo que realmente hace falta es mejorar la capacidad de gestión, dotando de los necesarios recursos humanos, técnicos y legales al brazo gestor con el que contamos: el Conavi.