Opinión: La ciencia como servicio

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Ya desde la década de 1960, IBM y otras compañías similares iniciaron el negocio de las “oficinas de servicios”, ofreciendo servicios relacionados con tecnología en una modalidad de tiempo compartido. Dichas compañías ofrecían poder de cómputo y almacenamiento de bases de datos a cambio de una tarifa según el uso.

Con el desarrollo de Internet y los proveedores de aplicaciones en la década de 1990, nació el concepto del software como un servicio o SaaS (por sus siglas en inglés, Software as a Service ). Este modelo de negocio permite disminuir los costos generales y de entrada en un proyecto, lo cual a su vez fomenta la innovación y facilita la experimentación. Permite reducir el riesgo y el tiempo necesario para ver los resultados de un proyecto, especialmente hablando de Pymes y emprendimientos.

Sin embargo, la pregunta es: ¿Qué pasaría si aplicamos los principios de SaaS a las ciencias de la vida? La biotecnología es ciertamente un área donde un impulso a la innovación es fundamental, especialmente en países emergentes como Costa Rica que tienen todo lo necesario para salir adelante, utilizándola como estrategia.

La idea sería proveer acceso a la experiencia y a los recursos especializados de las instituciones de investigación (tanto académicas como privadas) en forma de servicios a contratar por quienes los requieran. Una reducción de costos de entrada en una industria con costos de operación tan altos suena a una buena idea.

Para quienes ofrecen los servicios, también perciben el beneficio de dar un uso rentable a sus tiempos de inactividad, reduciendo costos al alquilar el uso de sus equipos y personal. Esto lleva a romper los paradigmas de que es necesario un laboratorio millonario e invertir cantidades exorbitantes de dinero para llevar a cabo una idea en biotecnología.

¿Cómo opera?

El modelo funcionaría con base en un sistema de e-commerce , utilizando un directorio de proveedores de servicios, indicando datos de este, experiencia, recursos y precios. Quien requiera de un servicio, normalmente tendría que hacer su propia búsqueda de proveedores y pedir cotizaciones, en un proceso lento y frustrante. En este caso podría revisar la lista de proveedores, y solicitar cotizaciones específicamente a quienes provean el servicio requerido y resulten atractivos. Este concepto ya está en funcionamiento en EE. UU., con sitios como Science Exchange, que recibió un importante apoyo por parte de inversores solo cuatro meses después de su lanzamiento, en el 2011.

El concepto de aplicar el modelo de negocios de SaaS de TI a la ciencia lleva a evitar el ritmo lento y los altos costos asociados a la investigación científica. Plantea un panorama donde se fomenta la colaboración y la creatividad en la investigación y donde los emprendimientos biotecnológicos son más eficientes y realizables.