Opinión: La decisión tomada

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El pueblo de Costa Rica fue contundente. Decidió respetar la naturaleza y que no basaría su economía en la extracción de los metales de sus suelos ni en la exploración y explotación del petróleo que pueda existir. Esta decisión implica que el país basará su economía en su recurso más importante: su gente y su inteligencia.

Por esto, se ha venido invirtiendo un monto importante del PIB en educación. Pero esto no es suficiente. Nuestros competidores globales, de tamaños y economías similares, como Singapur, Malasia, Irlanda, Uruguay y otros, también están haciendo lo mismo y quizás aún mejor.

Por otro lado, cuando se analiza las capacidades de los países desarrollados con PIB per cápita superior a los $25.000, se observa que estos tienen más de 4.000 investigadores por millón de habitantes. Costa Rica cuenta con alrededor de 2.000. Esto implica que si se quisiera aumentar las capacidades nacionales para atraer, absorber, procesar, generar y transferir conocimiento, a partir del cual se ofrezcan nuevos bienes y servicios que sean útiles y comercializables, se debe duplicar el capital humano de alto nivel.

Asimismo, la inversión de estos países desarrollados en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) alcanza en promedio 2,5% del PIB, en el que aproximadamente dos tercios proviene del sector privado. En Costa Rica, se invierte solamente 0,46% del PIB y menos de un tercio es aportado por las empresas. Esto claramente no es suficiente.

En el corto plazo, será estratégico que el país duplique, al menos, su inversión en I+D+i y que el sector privado aumente su participación. Para esto, será fundamental la implementación de políticas públicas que incluyan una mayor provisión de incentivos directos (Fondo Propyme y Fondo de Incentivos), facilidades de acceso al financiamiento (Sistema de Banca para el Desarrollo, fondos de avales, capital semilla, capital de riesgo, banca comercial, mercado de capitales), compras públicas a desarrollos locales, incentivos fiscales y la simplificación de trámites para la inversión en proyectos de esta naturaleza.

Costa Rica debería proponerse como meta duplicar (y distribuir mejor) su PIB per cápita en los próximos 10 años. Para esto, la evidencia internacional indica que será fundamental aumentar la inversión en I+D+i así como del duplicar la cantidad de investigadores.