Opinión: Un destino atractivo

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A propósito del artículo “ Mal clima de negocios frena atracción de IED” publicado en la sección de Economía y Política en la edición anterior de El Finaciero (N° 921), me refiero al tema de la inversión extranjera directa (IED) en Costa Rica para caracterizar correctamente la situación actual.

Costa Rica es hoy un destino atractivo para la IED y ha logrado construir, gracias a su sólida trayectoria, recurso humano altamente calificado, competitivo clima de negocios, calidad de vida y ubicación estratégica con acceso a los principales mercados del mundo y un fuerte posicionamiento como sede para las empresas extranjeras que buscan mejorar su eficiencia.

A diferencia de la mayor parte de los países de América Latina y el Caribe –que han apostado por la explotación de recursos naturales y han atraído altos niveles de inversión para esos propósitos–, Costa Rica se ha enfocado en la atracción de IED que impulse la generación de nuevos sectores y actividades de alto contenido tecnológico, estrategia que le ha hecho posible transformar exitosamente su estructura productiva, siendo este uno de los principales desafíos que enfrentan aun las demás economías de la región.

En los últimos años, la llegada de empresas multinacionales en sectores de alta tecnología –particularmente en los sectores de servicios, ciencias de la vida, manufactura avanzada y tecnologías limpias– se ha mantenido dinámica y constante, pese a la gran competencia que enfrenta Costa Rica contra muchos otros países que también buscan atraer este tipo de IED.

Con ello, Costa Rica ha logrado aumentar, diversificar y añadir sofisticación a sus exportaciones, así como insertarse en importantes cadenas globales de valor, logrando que las exportaciones ligadas a ellas representaran, en el 2012, un 37% del total de las exportaciones de bienes.

Cifras récord

Costa Rica recibió el año anterior la cifra récord de $2.265,4 millones en IED, siendo el monto más alto captado por este concepto en la última década, el cual representó a su vez un 5% del PIB. Con ello, se superó en 13,3% la meta propuesta para ese periodo ($2.000 millones), se registró un crecimiento del 5% comparado con el año anterior y la IED per cápita alcanzó $485.

Costa Rica ha venido haciendo la tarea para fortalecer su imagen como competidor de talla mundial, logrando un desempeño articulado y coherente, y construyendo una buena reputación en el nuevo escenario global.

No cabe duda de que nuestro país ofrece hoy una propuesta atractiva. Sin embargo, las presiones competitivas son significativas. Otros países en vías de desarrollo mejoran sus esquemas en entornos de mayor competitividad; las naciones desarrolladas buscan proactivamente traer de regreso a su país empleos industriales y, además, los avances tecnológicos acortan las distancias haciendo que la competencia se torne global.

Costa Rica es hoy un país de ingreso medio y para avanzar hacia el desarrollo que tanto anhelamos, debemos afrontar con valentía y determinación el reto de elevar nuestra competitividad, mejorar nuestra capacidad de gestión y ejecución de proyectos de infraestructura y mejorar aún más el clima de negocios, particularmente en lo que se refiere al costo de las tarifas eléctricas, puertos y carreteras, banda ancha, oferta educativa, etc.

Todos estos son desafíos importantes pero tenemos la capacidad de afrontarlos. Depende solo de nosotros mismos poder seguir atrayendo inversión y generando oportunidades de crecimiento y bienestar para los costarricenses.