¡Qué clase de visionarios!

¿Dónde están los planes que nos demuestran que los candidatos entienden que el mundo ha cambiado?

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​En los próximos años veremos cómo nuevas tecnologías —como la robótica, la automatización, los sistemas expertos, la emergente inteligencia artificial y muchas otras— van a desplazar de sus puestos de trabajo a muchos miles de trabajadores.

Hay estudios formales que muestran que en industrias de procesamiento de información —como nuestros call centers y centros de servicios empresariales—, industrias de transporte y logística, y aun en servicios complejos como los legales y de diagnóstico médico —entre muchos otros— las diferentes tecnologías sustituirán a quienes hoy trabajan.

Y esto ocurrirá aún más en trabajos manuales y de campo.

En nuestro país esto implica que en la siguiente década se perderán cientos de miles de empleos de alta productividad.

No sé ustedes, pero yo no he oído una palabra de esto en la campaña por parte de ninguno de los partidos políticos.

Nos tienen tan horrorizados la corrupción y el déficit fiscal, que hemos dejado de pensar en los verdaderos retos del futuro.

Por ahí algunos ofrecen crear muchos nuevos empleos y yo me pregunto cómo harán en un ambiente en el que la economía crece poco y en que la formación de la gente con costos da para emplearla en puestos básicos que seguramente ya no estarán disponibles ante el avance de la automatización.

Grandes revoluciones

Nuestro sistema educativo está obsoleto y aun así solo gradúa a poco más de la mitad de los elegibles.

La brecha entre lo urbano y lo social es gigantesca y el acceso a las oportunidades muy desigual.

¿Dónde están los visionarios políticos que nos explican cómo haremos nuestras grandes revoluciones: sistema educativo, energética, transporte colectivo, modernización de nuestra autopistas electrónicas, teletrabajo, servicios financieros y otras?

¿Dónde están los planes que nos demuestran que entienden que el mundo ha cambiado y seguirá cambiando y que ellos, con su visión y comprensión, nos podrán guiar en una buena dirección?

¿Cómo saber si entienden que necesitamos un contrato social que, basado en la confianza y en una visión compartida del futuro, nos permita cambiar rápidamente para adaptarnos a un futuro más volátil y exigente?