Reforma fiscal: capítulo 2

Incluye los temas reforma estructural del Estado, reducción y calidad del gasto, reforma del régimen de empleo público y reactivación económica

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Ya se aprobó lo que llamé el capítulo 1 de la reforma fiscal. Ahora es imperativo pasar al segundo, que tiene cuatro temas esenciales: reforma estructural del Estado, reducción y calidad del gasto, reforma del régimen de empleo público y reactivación económica.

Es interesante que doña Rocío Aguilar, como experta invitada, haya hecho planteamientos relevantes para esta discusión en el Acuerdo Nacional.

Precisamente en el acuerdo número 52 la ahora ministra de Hacienda propuso, y fue aceptado con unanimidad, que se reconcentraran los órganos desconcentrados del Estado costarricense –56 instituciones en total– con lo que se lograría un enorme ahorro, sin eliminarlos como programas, pero convirtiéndolos nuevamente en dependencias internas de los ministerios, lo que elimina sus directores, auditores y algunos de sus departamentos internos, además de coordinarlos mejor con la cartera que los supervisa.

Sector social

El acuerdo 53 que dice que se deben reorganizar las instituciones del sector social, de manera similar a lo planteado por Ottón Solís en el proyecto CERRAR, que permitiría concentrar los recursos en los programas y reducir significativamente el número y peso en el presupuesto de las burocracias del sector social.

Asimismo, doña Rocío propuso, y fue aprobado de manera unánime en el acuerdo 56, trasladar a Mideplán las funciones de presupuestación del Estado. Esto logra planificación y presupuestación por resultados a nivel de ese ministerio y convierte a Hacienda en una unidad especializada en finanzas públicas, como debe ser.

El acuerdo 55, importante para la reactivación económica, establece la eliminación de la figura del refrendo externo, trasladando la responsabilidad a instancias internas de cada institución, con lo que se agilizarían muchísimos proyectos y contrataciones.

En los temas de reforma fiscal y reforma del régimen de empleo público, Édgar Ayales (q. d. D. g.) y Manuel Barahona, hicieron –en calidad de expertos invitados– importantes planteamientos que también fueron aprobados y a los que me referiré en próximas columnas.