La transparencia y la rendición de cuentas, son fundamentales para propiciar un ambiente de confianza y estabilidad en el país, y el tema de la política monetaria y cambiara, no es la excepción.
Es indispensable que los empresarios, inversionistas y toda la ciudadanía, pueda tener claridad de la visión que tienen quienes lideran el gobierno y están a cargo de tomar las decisiones económicas y financieras que pueden definir nuestro futuro.
La Unión de Cámaras siempre ha buscado proponer soluciones, manteniendo como eje central la generación de más y mejores oportunidades de empleo.
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Para cumplir con ese propósito, es preciso que exista un ambiente de certidumbre y seguridad; que nos ocupemos todos los actores de la sociedad en propiciar las mejores condiciones para los inversionistas, en términos de competitividad, eficiencia, transparencia y confianza.
Es necesario garantizar un entorno macroeconómico de crecimiento y estabilidad.
Ocho años después de iniciada la crisis económica internacional, el país aún no logra alcanzar el ritmo de crecimiento suficiente para brindar mayores oportunidades de inversión, lo que impide reducir la tasa de desempleo, que se ubica en un 9,4%, afectando a más de 200.000 personas.
Un ambiente económico estable, es el abono propicio para hacer crecer la inversión y el empleo, es la forma para lograr reducir el índice de pobreza, y generar una mejor calidad de vida a la población en general, pero para ello debemos escalar posiciones en el Índice General de Competitividad Global pues ocupamos apenas el lugar 54.
En materia de tipo de cambio, las recientes fluctuaciones, han atizado la discusión, de si se puede transferir competitividad a algunos sectores por esta vía.
Reglas claras de mercado así como en la intervención que el ente emisor haría, son fundamentales para que exista confianza en el sistema cambiario.
Es importante que el Banco Central de Costa Rica, realice los esfuerzos necesarios para que la cotización del dólar en el mercado, refleje el valor real a largo plazo del tipo de cambio, de manera que los sectores productivos no se vean perjudicados fuertemente, en especial aquellos relacionados con la importación y exportación de mercancías.
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En momentos en los que el país urge crecer más y fomentar la instalación de nuevas inversiones es indispensable garantizar un ambiente de negocios atractivo, claro y competitivo.
Al ser Costa Rica una economía abierta, que ha firmado 14 tratados de libre comercio, expuesta a la libre competencia, es imprescindible desarrollar acciones que permitan hacer más competitivos a los sectores de la economía, por medio de diversas políticas que colaboren en alcanzar mayor productividad como mejoramiento de la infraestructura, seguridad jurídica de las inversiones y costos de producción competitivos, entre otros.
El tipo de cambio es una de tantas variables que inciden en la competitividad de las empresas, de ahí la importancia de que el Banco Central se concentre en velar porque este indicador refleje su valor real de largo plazo.
NOTA: El autor es presidente de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones de Empresas Privadas (Uccaep).