El 1.º de abril se conoció una noticia muy positiva para Costa Rica. Se informó, a raíz de la visita de la Secretaria de Comercio de Estados Unidos (EE. UU.), Gina Raimondo, que el gobierno de ese país estaba interesado en promover a Costa Rica como un centro importante de alta tecnología. Específicamente, de producción de microchips ligados a productos con alto contenido tecnológico, que actualmente se producen en China y se utilizan en EE. UU. en una amplia gama de actividades.
Esta noticia me recordó el gran esfuerzo que hizo nuestro país en 1996 por convencer a los altos ejecutivos de Intel de venir a establecer una planta en Costa Rica. Después de una tenaz labor del gobierno, con el apoyo de Cinde y una dura competencia con México se inició la construcción de la planta en 1997. La planta de Intel entró en operación en 1998, momento que marcó un cambio en el modelo de desarrollo que el país había emprendido en la década de los 80.
Posteriormente y gracias al gran trabajo que hizo Cinde, se formó un centro de alta tecnología de productos médicos, hoy la principal exportación del país.
Luego se desarrolló la exportación de servicios desde las zonas francas, quizás la actividad con el mayor crecimiento en los últimos cinco años. Las zonas francas producen el 14% del PIB nacional y emplean el 9% de la fuerza laboral.
El anuncio de esta iniciativa de los Estados Unidos abre grandes oportunidades al país. El éxito de Intel en Costa Rica por 25 años nos pone a jugar en las grandes ligas de la industria de alta tecnología.
Esta nueva oportunidad debe ser aprovechada al máximo por el gobierno nacional, que deberá redoblar esfuerzos para atraer nuevas empresas y lograr una producción mucho más alta de semiconductores conforme a la demanda de estos productos en los Estados Unidos. El éxito de Costa Rica, desde 1998, nos da las credenciales para aprovechar esta gran oportunidad. Su pleno aprovechamiento será responsabilidad de nosotros.
Falta mucho por hacer para consolidar esta iniciativa y se va a requerir un trabajo muy arduo para crear las condiciones que, eventualmente, nos permitan hacer de Costa Rica el centro de alta tecnología de América Latina. Ese será el gran reto del país en los próximos años.
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Fernando Naranjo Villalobos es doctor en economía por la universidad de Pennsylvania. Fue ministro de Hacienda y de Relaciones Exteriores. También estuvo al frente del Grupo Taca, del Banco Nacional de Costa Rica como gerente general y ocupó el cargo de director general de la aerolínea Volaris. Es el presidente de la forma Consejeros Económicos y Financieros S. A. (Cefsa).