Si México puede...

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La economía de México está creciendo fuertemente, alimentada por compañías que contradicen el cliché de que su éxito recae en recibir inversión extranjera directa (IED) para la exportación de productos baratos hacia los Estados Unidos. Más hacia el sur, Costa Rica también es buena en atraer IED y gran parte de la economía de Costa Rica aún depende de la exportación de productos de agricultura baratos y servicios de subcontratación de bajo costo.

Ciertamente, la economía tica también está creciendo a un ritmo constante, pero aún debe seguir un largo camino para llegar al mismo nivel económico de México. ¿Podrían entonces las compañías costarricenses cerrar esta brecha mediante la emulación de estrategias utilizadas por sus contrapartes mexicanas?

En un artículo escrito por Adam Thomson en el Financial Times , apunta a que empresas como América Móvil, Cemex, Grupo Bimbo y Televisa están expandiendo sus clientelas e incrementando sus ingresos por inversiones en su vecino del norte, dando como resultado fluidez de la IED en ambas direcciones. La Oficina de Análisis Económico de los EE. UU. reporta que las compañías mexicanas destinaron $2.500 millones en IED a EE. UU. en 2011.

No obstante, estas empresas cuentan con algunos factores que propician su éxito, de los cuales la condición tica es aún limitada: un considerable mercado nacional que permite lograr economías de escala, un sector manufacturero fuerte, buenas fuentes de dinero para expandirse, un mercado bursátil vívido, y una geografía favorable que incluye una frontera común con EE. UU.

Lo rescatable del caso es que podríamos desarrollar estrategias a la medida tica que emule estos parámetros para conducir al éxito.

Adicionalmente, hay un factor compartido entre las empresas mexicanas y ticas: 52 millones de hispanos viviendo en EE. UU., un 16% de la población.

Impulso local

El mensaje que debemos llevarnos de los negocios mexicanos es que sí es posible consolidarse en el mercado estadounidense. El punto de partida para aprovechar esta oportunidad es reconocer los roles de dos importantes protagonistas: el gobierno y las compañías. El gobierno debe cambiar sus políticas de una fuerte dependencia en la IED y promover más fuertemente la industria nacional. Luego, eliminar cargas burocráticas, dar acceso a créditos más baratos, ¡y ni que decir de una mejora considerable de nuestra infraestructura!

Las compañías ticas podrían también contemplar nuevos horizontes para desarrollarse. Thomson apunta que los patrones de consumo hispano en EE. UU. son leales al gusto latino. Se plantea entonces la oportunidad de ofrecer productos de calidad ticos con un atractivo que sea distintivamente latino. La falta de un mercado doméstico considerable podría ser compensada parcialmente si dirigimos la mirada hacia Centroamérica. Esta región es accesible y cuenta con 40 millones de habitantes, de los cuales, Costa Rica es una décima parte. Si accedemos a otro 10% de la población podríamos casi doblar nuestra capacidad nacional y generar economías de escala. Consecuentemente, debemos pensar en la región como un trampolín para consolidar las compañías nacionales e incursionar en EE. UU.

El mensaje de los negocios mexicanos es claro: ¡Sí, se puede!

Colaboró con este artículo, el analista Fernán Campos.