Subida de tasas: La FED quiere, pero no puede

La FED ya está lista para subir las tasas, pero la que no responde es la economía mundial.

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La Reserva Federal (FED) ha sido el impulso de la economía estadounidense en los últimos años con su inyección de liquidez en los mercados. Su inyección de dinero ha sido histórica: A la organización le llevó 94 años – de 1913 a 2007 - llevar su balance general a un trillón de dólares. Desde 2007 a la fecha, triplicó su balance de 1 trillón a 4 trillones de dólares.

Sin embargo, la gran pregunta de estos meses será sobre todo qué tan "paciente" será la Reserva Federal de EE.UU para seguir dejando a los mercados financieros en la sala de espera antes de subir las tasas de interés.

Los reportes laborales de Estados Unidos en los últimos tres meses mostraron su mejor desempeño desde 1997. Asimismo, cinco de los diez miembros votantes se inclinan a un alza de tasas para mitad de año.

Sin embargo, seguimos considerando que la FED preferirá optar por tasas bajas por más tiempo, monitoreando los recientes contingentes macroeconómicos a nivel global antes actuar. El testimonio reciente de la Presidente de la Reserva Federal, Janet Yellen ante el Congreso muestra cómo la organización no logra encontrar las razones suficientes para subir tasas en el corto plazo, inclusive a pesar de la recuperación en la economía estadounidense, y particularmente en el mercado laboral.

En pocas palabras, Yellen fue enfática en no tener afán para subir tasas, además de resaltar la importancia de ser paciente ante la baja inflación, poco crecimiento en salarios y calidad pobre de empleo.

En ese mismo testimonio Yellen, entró en debate sobre la independencia del banco central y su raciocinio propio para la toma de decisiones. Asimismo, Yellen enfatizó que continuará cooperando en la estructuración de medidas de requerimientos de capital para los bancos en Estados Unidos, con el fin de controlar el riesgo sistémico en caso de una nueva crisis.

El peligro de aumentar tasas

Ahora la FED se encuentra observando un crecimiento económico mundial débil, en conjunto con un riesgo de deflación a nivel global.

En este contexto, la historia mundial nos enseña que un aumento de tasas no sólo no es posible, sino que sería altamente peligroso.

A pesar de que EE.UU esté recuperando, el mundo se encuentra en desacelere y tensión, como lo demuestran situaciones particulares como la crisis financiera de Grecia, la caída en commodities y la desaceleración en China. Los efectos de una subida de tasas podrían ser catastróficos como sucedió en los años 90 cuando Estados Unidos subió las tasas, creando una depreciación muy fuerte de las monedas en relación con el dólar, lo que provocó eventos famosos como el "tequilazo" en México, la crisis en Asia y en Rusia.

Además, una subida de tasas cuando el resto del mundo no está preparado desde el punto de vista económico podría traer mayores tensiones fiscales en países que ya de por sí tienen una situación frágil, como varias naciones en Europa, Asia y Latinoamérica.

Una posición conservadora bienvenida por los mercados

Las minutas de del FOMC mostraron un tono cauteloso e inesperado por parte de los miembros de la FED. La organización siguió afirmando en sus anuncios que la caída en los precios del petróleo podría generar rezagos sobre el crecimiento económico a nivel global.

Después del testimonio de Janet Yellen ante el Congreso, el índice S&P500, la medida principal del mercado accionario estadounidense, logró alcanzar nuevos altos, con un retorno mayor a 205% desde los bajos en marzo 2009. Asimismo las tasas de los bonos del Tesoro Americano de 10 años cayeron nuevamente a niveles inferiores a 2% luego de mayor interés de compra por estos papeles.

Aun cuando varios analistas consideran que no hubo cambios relevantes a los comentarios de la Reserva Federal, las afirmaciones sobre el petróleo y las preocupación de varios miembros del FOMC sobre una posible sobrerreacción de los mercados, son factores más 'pesimistas'.

En resumen, la coyuntura macroeconómica actual podría frenar las intenciones de la Reserva Federal de subir tasas, por más que quiera. No obstante, estos anuncios no afectan el momentum del mercado accionario americano en el corto plazo, que apoyado por factores fundamentales y de liquidez, seguirá en su modo ascendente.

Claramente la FED preferirá errar más por el lado conservador, dado que los indicadores económicos no obligan a un cambio restrictivo en la política de tasas. Pero los mercados accionarios reciben esta actitud en forma positiva y van a seguir en una subida que por ahora, gracias a que los aspectos fundamentales de la economía la apoyan, sigue en marcha.