Ahora que entre el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y las empresas privadas de telefonía y servicios de Internet están diligentemente inundando el país, ha llegado el momento de establecer como práctica común los teletrámites en todas las instituciones públicas —nacionales y municipales— y en el sector financiero.
En Costa Rica se prestan servicios “a distancia” en call centers y centros de servicio por Internet a empresas de servicios, ventas, apuestas y realización de trámites para docenas de miles de clientes extranjeros cada día.
No se entiende cómo no se ha aprovechado esta circunstancia para establecer un gran call center y centro de servicios digitales en el que jóvenes duchos en tecnologías realicen por y para los ciudadanos todo tipo de trámites en las engorrosas instituciones de nuestro país.
Imagínense lo que ganaríamos...
Sin duda, beneficios palpables en tiempo productivo, calidad de vida, reducción hidrocarburos y sus emisiones, y eficiencia en costos si ninguno de nosotros tuviera que volver a hacer fila en un banco o institución.
Esta propuesta fue planteada a los dos últimos gobiernos por el Club de Investigación Tecnológica en su Agenda Nacional Digital, versiones de 2008 y 2010.
Lo que es más, con los sistemas modernos se podría lograr que estos servicios sean prestados por medio de teletrabajo, de manera que ni siquiera los jóvenes “tramitólogos” tuvieran necesidad de desplazarse para cumplir con su valiosa misión.
A estos servicios se debería tener acceso por Internet o línea de celular, lo que realmente los pondría a disposición de las grandes mayorías.
Con esto se contribuiría también a la desmaterialización paulatina del dinero, con lo que se combatiría el crimen organizado, se reduciría la corrupción y se aumentaría la seguridad ciudadana y de cada una de las transacciones.
Y bien, ¿qué esperamos para actuar?