Transporte público sostenible

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El sistema de transporte público es relevante para el dinamismo en la economía de una ciudad, debido a la facilitación del comercio y eficiencia productiva. Por otra parte, este genera un impacto social ya que facilita el acceso expedito de las personas a sus viviendas, a las oportunidades laborales y a los bienes culturales.

Caracterización

EL servicio de transporte público en la Gran Área Metropolitana (GAM) de Costa Rica, está constituido por autobuses, taxis y más recientemente el tren urbano que surgió como una alternativa para mitigar los altos niveles de congestionamiento vial.

La modalidad de autobús está conformada por una red muy numerosa de líneas de autobús que en la mayoría de los casos coinciden sus rutas entre sí e ingresan al centro de la capital. Esto evidencia debilidades importantes en la planificación y coordinación para la sectorización de esta modalidad.

Un río enorme que ya sobrepasó su propio cauce.

Ahora bien, no se puede omitir la capacidad de nuestras carreteras respecto a la cantidad de vehículos que en ella circulan: los vehículos particulares y carga liviana, motocicletas, carga pesada y por último autobuses y taxis. El parque automotor está en constante crecimiento y para finales del 2015, este alcanzó una cifra de 1.489.699 unidades, según el último informe del Estado de la Nación del 2016.

Más del 90% de la flotilla corresponde a vehículos particulares y carga liviana, motocicletas, carga pesada y con un porcentaje mínimo el transporte público remunerado de personas.

Ante una flota vehicular en aumento y una red de carreteras insuficiente, surge la siguiente interrogante: ¿qué es lo que está ocasionando la preferencia de los vehículos particulares muy por encima de los servicios de transporte público expuestos?

Según el investigador Theodoro Mezguer, el costo por kilómetro en el transporte público es más bajo en nuestra ciudad y el costo del kilómetro en vehículo privado es el más alto que en otras ciudades de América Latina. Esto se debe a que en Costa Rica los precios de combustible y los impuestos son sumamente altos.

Por lo tanto, el costo de utilizar el vehículo en esta ciudad en relación con otras ciudades es igualmente alto. Esto conlleva a que el costo de oportunidad de utilizar el vehículo privado sobre el transporte público en Costa Rica sea el más alto. Lo que permite la conclusión de que, en el GAM, el vehículo sea un bien inelástico, del cual no podemos prescindir y dejar de utilizar un bien “atractivo económicamente”. Ser propietario de un vehículo en Costa Rica va más allá de tener un lujo, se está convirtiendo más en una necesidad.

Ante esta situación, diversos estudios han llegado al consenso que se debe modernizar el transporte público en la GAM, considerando algunos aspectos como la movilidad sostenible de las personas, la salud y el ambiente con alternativas como ciclovías, carpooling (vehículo compartido), tren eléctrico, buses articulados para una mayor capacidad. Las políticas públicas deben orientarse a integrar las modalidades de transporte público actuales y canalizar la inversión y el gasto público en un tipo de infraestructura que dé prioridad y contribuya a mejorar el trasporte público en pro del peatón y los usuarios de las diferentes modalidades como punto de partida.

Actuación pública

Ya han pasado más de cuatro años de la oficialización del Plan Nacional de Transportes (PNT) de Costa Rica 2011-2035 ( La Gaceta Nº. 135, 15-07-2013) y por el momento muchas de las metas planteadas no han sido ejecutadas, por ejemplo llevar acabo la sectorización del transporte público modalidad autobús. Esta hace referencia al ordenamiento y sectorización de las rutas de autobús con el objetivo de reducir la cantidad de buses que ingresan al centro de la capital y la duplicidad de viajes en un mismo sector.

En el mismo Plan Nacional de Transportes se indica que “de nada serviría disponer de una buena red vial si no pudiésemos asegurar la correcta movilidad de las personas a través de un sistema de transporte público adecuado”.

Por otro lado, no debemos obviar que el sistema de transporte actual genera externalidades positivas o negativas.

Bien lo señala el investigador Jorge A. Lupano en su informe La infraestructura de transporte sostenible y su contribución a la igualdad en América Latina y el Caribe (2013) –consultor de la de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal)–: “El mercado de la infraestructura y los servicios de transporte tienen una naturaleza imperfecta, ya que por un lado los beneficios generados por una mayor oferta de movilidad incentivan mayor crecimiento, productividad y competitividad a nivel local e internacional. Pero también implican importantes desventajas sociales y ambientales: contaminación ambiental que se vincula con la salud pública y el deterioro de la capa de ozono por la emisión de gases efecto invernadero y el incremento de accidentes en las vías públicas”.

Finalmente, muchas personas han desplazado el gusto o la preferencia del transporte público actual por los vehículos particulares y motocicletas debido a la ineficiencia del sistema de transporte, lo cual genera mayor congestionamiento y empeora la circulación o el tránsito en nuestras carreteras por el aumento desmedido del parque automotor.

Se deben hacer esfuerzos a nivel país con el objetivo de cambiar la imagen y la expectativa que hasta hoy se ha generado por medio de un sistema de transporte: adecuado, modernizado pero sobre todo lo anterior: sostenible.

El autor es estudiante de la Maestría en Gestión y Finanzas Públicas de la UNA.