Ucrania y el mundo necesitan marcas con propósito

Las marcas deben encontrar su propósito y actuar en consistencia con él

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El poder de las marcas para lanzar un mensaje al mundo sobre temas transcendentales ha estado completamente subestimado por décadas. Durante mucho tiempo, se pensó que el foco de las marcas debía estar solamente en el producto o servicio que representaban, sin pensar, que una marca tiene la capacidad de conectar en un nivel tan profundo con las personas, que le permite apoyarlas y representarlas en temas críticos para el planeta y la sociedad.

Las marcas no solo ofrecen a sus clientes una promesa de valor económico (precio, calidad, servicio), sino que traen implícita una promesa de valor ambiental y social también. Temas como el cambio climático, la reducción de la pobreza, la búsqueda de la prosperidad y por supuesto la defensa de la paz, son temas que ya no son relevantes solamente para los gobiernos y las ONGs, sino que deben serlo también para las marcas.

Esta capacidad de una marca de lanzar un mensaje contundente al mundo es precisamente lo que estamos viendo con respecto a la invasión rusa en Ucrania. Alrededor de 300 marcas globales han decidido dejar de hacer negocios con Rusia. Este es el caso de marcas como Apple, Intel, Disney, BMW, Microsoft, Netflix, Nike y Google. Otras marcas tuvieron que ceder ante la presión de sus consumidores que les exigieron no permanecer indiferentes y dejar de vender sus productos en Rusia.

Es claro que, en un mundo altamente conectado y consciente de los retos sociales y ambientales, las marcas deben encontrar su propósito y actuar en consistencia con él. Aquellas marcas que no evolucionen, irán perdiendo relevancia en la mente y más importante aún, en el corazón de sus clientes.

Las personas ya no quieren comprar solamente productos o servicios de buena calidad y a un precio competitivo, sino que quieren relacionarse con marcas que estén alineadas con sus valores y que representen lo que es realmente importante para las personas.