Un ‘rally’ no amado

Más de la mitad de las subidas de las bolsas en este año se puede explicar por el cambio del discurso del presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos

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La fiesta en las bolsas de valores continúa. El S&P 500 ha subido más de 18% en lo que va del año. Parece que la fuerte corrección del último trimestre de 2018 tan solo fue una corta pesadilla, nada real. La cuestión principal es realmente qué cambió desde diciembre cuando todo mundo estaba en un estado de pánico.

Las noticias económicas mejoraron un poco, sobre todo en Estados Unidos (EE. UU.) y China. La confianza del consumidor en EE. UU. es alta y el mercado laboral sigue fortaleciéndose. Acabamos de conocer los datos del mes de abril; la tasa de desempleo cayó a 3,6% (el nivel más bajo desde diciembre de 1969) y se crearon 263.000 nuevos empleos no agrícolas, mucho mejor que los 190.000 pronosticados, lo cual es sorprendente para una economía considerada en pleno empleo. Hace poco, también conocimos los datos del Producto Interno Bruto del primer trimestre de 2019, en Estados Unidos. El crecimiento real fue de 3,2% anualizado, una aceleración impresionante comparado con el crecimiento de 2,2% del trimestre anterior, a pesar de algunos vientos en contra como el cierre de gobierno al principio de año, un fuerte invierno e incertidumbres acerca de la guerra comercial. No obstante, no todo lo que brilla es oro. La calidad del crecimiento fue bastante pobre, pues los inventarios –los cuales tienden a ser muy volátiles– aportaron al crecimiento 70 puntos básicos. Mientras que las exportaciones netas (exportaciones menos importaciones) contribuyeron en 1% al crecimiento total. Si se excluye el efecto de los inventarios, las exportaciones netas y el gasto del gobierno, se puede concluir que la demanda privada domestica creció apenas 1,3%, su menor nivel desde el año 2013.

Otras noticias económicas decepcionaron recientemente. Por ejemplo, el índice manufacturero del Institute for Supply Management (ISM) cayó de 55,3 en marzo a 52,8 en abril. Los economistas esperaban que el índice se mantuviera relativamente estable alrededor de 55. El índice sigue en territorio de expansión (solo una caída por debajo de 50 indicaría una contracción económica), pero sí es muy probable tener una desaceleración del crecimiento económico de EE.UU. en el segundo trimestre, y quizá el fuerte cambio en los inventarios durante el primer trimestre sea un viento en contra adicional pues podría llevar a una menor producción de las empresas con el fin de no continuar acumulando inventarios. Teniendo esto en cuenta, el crecimiento tal vez podría estar cercano al 2%. Lo que sí es cierto es que una recesión en los próximos meses parece muy poco probable, por ahora. De hecho, la reducción del riesgo de recesión seguramente ha ayudado a impulsar los índices de renta variable, pero no explica para nada la totalidad del retorno estelar de este año.

Típicamente, la bolsa depende mucho más del crecimiento de las utilidades de las empresas que del crecimiento económico. Muchos analistas estaban preocupados porque se pronosticaba una contracción de las utilidades en EE. UU. en el primer trimestre de 2019. La caída de aproximadamente 2,5% se pensaba que venía principalmente de la reversión de algunos beneficios impositivos, de tensiones comerciales, la caída del precio de petróleo en el último trimestre de 2018 y presiones en los márgenes por la inflación salarial. Actualmente ya conocemos los resultados del 78% de las empresas del S&P 500 y la situación se ve mucho mejor de lo que se podía esperar. El 76% de las empresas que reportaron han superado las expectativas de las utilidades netas por acción. En promedio, las utilidades por acción agregadas superaron las expectativas en 6,3%. Todavía faltan algunos reportes pero probablemente vamos a tener un crecimiento total de las utilidades cercano a 3%, que no es nada estelar pero al menos se pudo evitar una contracción. La temporada de resultados, sin duda, ha mejorado la confianza de los inversionistas, aunque las perspectivas de algunas empresas, como Alphabet, fueron bastante conservadoras. Para nadie es un secreto que la reciente fortaleza del dólar estadounidense ocasionada por la divergencia entre la solidez económica de EE. UU. y la debilidad en otras regiones, es un viento en contra para las empresas que su moneda de referencia es el dólar y generan parte de sus ingresos en monedas diferentes.

El factor más importante en explicar el desempeño del mercado sigue siendo la política monetaria. Probablemente más de la mitad de las subidas de las bolsas en este año se puede explicar por el cambio del discurso de Jay Powell, presidente de la Reserva Federal de EE. UU. Antes de las turbulencias del año pasado, Powell indicaba aproximadamente tres subidas de tasas más en el 2019. El discurso desde el inicio de este año es completamente diferente y no se espera ningún aumento. Es más, el hecho que la inflación en EE. UU. sigue bajando despertó expectativas de tener recortes de tasas. Antes de la reunión del 30 de abril, Powell no contradecía estás expectativas. En la última reunión confirmó que “si viéramos una inflación en progreso por debajo (de la meta del 2%), eso es algo que nos preocuparía y algo que se tendría en cuenta al establecer la política”. Sin embargo, añadió que algunos factores que están deprimiendo la inflación son “transitorios” indicando que por ahora la Reserva Federal se siente cómoda con la tasa de interés actual. El mercado empezó a temblar porque la visión de mercado estaba sesgada hacía recortes en las tasas de interés. Por ahora, no es gran cosa porque probablemente, la inflación siga bajando en los próximos meses. Tal vez en la segunda mitad del año, vuelvan los miedos de tener subidas de tasas y podrían causar una fuerte corrección.

A corto plazo, es probable que el rally de las bolsas continúe. El posicionamiento de los inversionistas sigue siendo conservador, hay muchos que no han participado en el fuerte rebote. Por eso, algunos hablan de un rally no amado. Esto significa que hay compradores esperando pequeñas correcciones. Mientras no haya más presiones inflacionarias estas correcciones probablemente sean superficiales.

Con la colaboración de Diego Agudelo López.

Desempeño del índice S&P

Fuente: Bloomberg.