Augusto de la Torre: "Se debe apoyar a una empresa por su potencial, más que por su tamaño"

Augusto de la Torre, economista jefe del Banco Mundial para América Latina, considera que es necesario repensar los programas de apoyo a empresas tomando en cuenta la edad y su potencial de crecimiento, más que su tamaño

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El Banco Mundial dio a conocer el informe América Latina: muchos emprendedores, poca innovación, el cual analiza la insuficiente innovación en la región y el efecto de esta problemática en la competitividad.

El economista jefe del Banco Mundial para América Latina, Augusto de la Torre, brindó una conferencia de prensa telefónica con periodistas latinoamericanos, donde enfatizó que las reformas a programas estatales de apoyo a empresas tienen que tomar en cuenta el potencial de crecimiento de las empresas, más que su tamaño.

-¿Hasta qué punto la insuficiente innovación es un problema de falta de industrialización en Latinoamérica?

- Ese factor podría ser importante para un país, pero no para el promedio de la región. Los factores que afectan con fuerza la innovación en la región, como un todo, son la baja competencia en servicios no transables, la poca disponibilidad de capital humano con conocimientos en ciencia y tecnología, y un ambiente contractual y de derechos de propiedad intelectual inestable o poco desarrollado. Con respecto al primer factor, se ha ampliado la competencia en el sector exportador y manufacturero, pero la competencia en los servicios básicos que son no transables, como las comunicaciones, transportes, y sistemas de apoyo, aparecen con un grado de competencia inferiores a los que uno quisiera para tener economías más robustas. Cuando falta competencia, hay empresas que logran grandes retornos, sin hacer esfuerzos en innovación.

- ¿Qué se puede hacer en el mediano plazo, si la formación de una mano de obra calificada con conocimiento en ciencia y tecnología tomará tiempo?

- La reforma del sistema educativo para generar una mayor proporción de ingenieros y especialistas en ciencia y tecnología es una reforma de alto voltaje, que requiere un tiempo para poder sentarse bien. Ese desafío sugiere que entre más pronto empecemos mejor, porque es cierto que se debe replantear la concepción general del sistema educativo y cómo éste se vincula al mercado laboral. Países como China, Corea del Sur o Tailandia, están haciendo grandes avances en educación en poco tiempo, demostrar que no hay que esperar una generación para tener un mejor sistema educativo. Sistemas de becas que comprometan a los jóvenes a volver a su país, y orientados a favorecer especialidades científicas y técnicas, podrían dar resultados en el corto plazo.

- Dicen que se deberían priorizar las empresas jóvenes en lugar de las pequeñas, ¿cuáles son la implicaciones para las políticas públicas?

- Las reformas a programas estatales de apoyo a empresas tienen que tomar en cuenta el potencial de crecimiento de las empresas, más que su tamaño. Para eso, se tiene que detectar mejor la naturaleza y el potencial de las empresas jóvenes. No nos parece conveniente que el Estado apoye a empresas jóvenes que de todos modos, con o sin ayuda del Estado, vayan a ser exitosas. Estamos pensando en programas de startups, en programas de innovación y apoyo a la expansión del negocio. No se necesitan eliminar los programas existentes sino repensarlos a la luz de la importancia de esta variable que es edad y potencial de crecimiento.

- Sin embargo la pequeña empresa es la que tira de países como Estados Unidos.

- De hecho nuestro reporte arranca anotando que el 60% de los empleos están en las empresas pequeñas. No negamos su importancia, sin embargo, nos hemos fijado tanto en las empresas pequeñas, que hemos descuidado la dinámica. Cuando uno ve la dinámica, uno ve que la generación de más y mejor empleo está en las empresas que crecen, no necesariamente en las pequeñas. Ahora, muchas de las empresas que crecen empezaron pequeñas. Lo que importa no es un pequeñez sino su potencial de crecimiento. No ignoremos que la gran parte de nuestro empleo está en las empresas pequeñas, pero que tratemos de entender mejor dónde está la generación de nuevo empleo. Nos da la impresión que nuestros programas de política pública se han dejado llevar demasiado por la variable de tamaño y no tanto por la de potencial de crecimiento.

- ¿En cuáles sectores deberían enfocarse los nuevos emprendedores?

- Más que preanunciar los sectores, el proceso de descubrimiento de cuáles son los sectores más rentables viene de parte de los empresarios y el Estado recibe la retroalimentación del empresario para entender el tipo de actividad en la política pública que puede ser de mayor beneficio. La política pública puede ayudar en ese diálogo con empresarios para que conjuntamente descubran cuáles son los cambios regulatorios o bienes públicos que el Estado debería de poner para que los empresarios puedan embarcarse en nuevas actividades.

- ¿Qué opciones hay para potenciar la innovación en los países más pequeños?

- Como hay un problema de escala y de tamaño, la opción para potenciar la innovación depende de cómo ese país se conecte a la economía global. Nuestro estudio sugiere que las empresas latinoamericanas que tratan de salir de las fronteras, para abrir mercados más amplios, tienden a vender lo mismo que venden en los países, lo cual está bien, pero lo que no hacemos con suficiente vigor, en comparación con las empresas del sureste asiático, es que no nos conectamos fuertemente con las cadenas globales de producción. La conexión con estas cadenas de valor y el situarse en la parte intermedia de esa cadena (donde se utilizan insumos de empresas en otros países del mundo, y se entregan insumos a otras globales), trae efectos positivos de aprendizaje por la difusión de las tecnologías y el conocimiento. Para los países pequeños de la región, hay que repensar el modo como nos estamos conectando con la economía global y parece que lo que necesitamos es no solo ampliar los mercados, sino integrarnos mejor a las cadenas de valor.

- ¿Cuáles serían las consecuencias si no se lograra superar la falta de innovación?

- Este un desafío trascendental porque la región se acostumbró en los últimos diez años a experimentar tasas de crecimiento altas que le permitieron generar una gran transformación social y obtener ganancias importantes en el ámbito de la equidad social. Mucho de este crecimiento fue un reflejo de vientos favorables que soplaban a nivel global. Nosotros creemos que estos vientos están disminuyendo su fuerza, entonces la región se va a encontrar con que, a menos que haya reformas en la innovación y la productividad, vamos a entrar en un periodo de crecimiento más bajo, que podría llevar a una enorme frustración social. El desafío para encontrar un crecimiento basado en productividad e innovación, que no dependa de los vientos externos, es el desafío al momento más importante para la región.