Bienvenidos a una zona orgánica en un domingo cualquiera

Santa María de Brunka es un pequeño poblado con vocación orgánica, deportiva, dulce y emprendedora, en la zona de amortiguamiento del Parque Internacional La Amistad, en el Pacífico sur del país.

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Randall Cordero

Es domingo en la mañana y el camino hacia Santa María de Brunka está despejado. Hay cultivos de piña hasta donde llega la vista, y calles lastreadas que de repente se convierten en fincas más pequeñas, sin piñas ni siembras extensivas, más bien con caminos de tierra y piedra. Comienza a aparecer un denominador común: la plaza de fútbol.

Estamos en una zona de agricultores y pueblos distintos a la vera del camino, próximos protagonistas -a esta hora del domingo- de partidos donde lo menos importante será el marcador final: todas las plazas que vemos tienen un ranchito anexo, imaginamos que para recuperar fuerzas con bebidas energéticas y buena parla.

Pero además de fútbol, en Santa María de Brunka hay frutas, al fin y al cabo estamos en un lugar caliente y de altura, en el cantón de Buenos Aires, Puntarenas (según la División Territorial Administrativa de Costa Rica, publicada en La Gaceta Nº. 100 del 26 de mayo de 2009, Brunka es con k. EFpymes seguirá esta grafía).

Everardo Romero es ejemplo que el balón y las frutas se juntan. Es el DT (director técnico) del equipo de Santa María y además es agricultor de banano orgánico, un cultivo que ha generado empleo e ingresos en una zona económicamente deprimida.

Quizá la dirección técnica no la haya deparado mucha alegría a Romero, pero el banano sí. Después de tres años de conversión de agricultura tradicional a orgánica, en el 2010 certificó su producción de banano bajo este esquema y junto con otros productores agrícolas de la zona envió varios miles de kilogramos de banano a una comercializadora en Pérez Zeledón, en donde hoy venden entre cuatro y cinco toneladas mensuales.

"Se nos vino la idea por cuidar el ambiente y para buscar mejores precios para lo que sembrábamos. En este momento, si el banano no fuera orgánico nosotros no estuviéramos vendiendo", dice Everardo apresurado; son casi las 11 a.m. y debe hacer la alineación titular de su equipo de mejengueros.

Santa María de Brunka está en la zona de amortiguamiento del Parque Internacional La Amistad (PILA), por lo que la protección ambiental también deja réditos. "A los turistas les gusta mucho la parte alta, el río (Cañas), el paisaje, las cataratas, llegar al PILA, los páramos vírgenes y el cerro Chirripó (cuya altura es de 3.820 metros sobre el nivel del mar)", afirma Romero justo antes de irse a la plaza de fútbol.

Su hermano Róger es el presidente de la Asociación Cámara Ecológica de Turismo de Santa María (Acetusama), uno de los grupos comunales de las zonas próximas al PILA que conforman la red Quercus.

Acetusama confirma la vocación deportiva de este lugar de altura: hace 16 años organiza la Carrera Campo Traviesa Cerro Cabécar Santa María de Brunka, que recorre las montañas de la Cordillera de Talamanca. El primer año de competencia tuvo siete atletas, este año fueron 107.

Productos orgánicos y dulces

En este sitio del Pacífico sur de Costa Rica hay 12 fincas certificadas de producción agrícola orgánica, sobre todo de banano, pero también de cítricos, caña para tapa dulce y pasto para ganado.

Los cultivos, certificados como libres de químicos sintéticos por la empresa nacional Eco-lógica, los comercializa en Pérez Zeledón la Asociación Alianza Madre Tierra.

De acuerdo con Róger Romero, en Santa María hay unos 10 productores que están incursionando en la fabricación orgánica de miel, un bien tradicional en esta zona.

"Se ha pensado que la miel salga procesada, es de muy alta calidad por estar tan cerca del PILA, no es una miel producida cerca de la ciudad, donde las abejas succionan muchos contaminantes", explicó el presidente de Acetusama.

Este grupo organizado tiene la tarea de incrementar su producción sostenible de miel para acceder al mercado, pues según Romero hoy se fabrica tan poca que ningún industrial llegaría a Brunka comprarla. "A nivel nacional hay un déficit enorme de miel, el problema es el volumen de producción", acotó.

Debido que el trabajo en agricultura y turismo rural comunitario de los afiliados de Acetusama tiene impactos ambientales, sociales y financieros en esta zona aledaña al PILA, la organización comunal recibió asesoría de Cegesti para reducirlos. A partir de la capacitación, se registra el consumo de agua y electricidad y se sigue un programa de reciclaje de residuos sólidos, acciones que se complementan con medidas de seguridad ocupacional y más estrictos controles financieros.

Marcello Hernández, consultor de Cegesti, informó que la asociación también recibió una guía para estudios de factibilidad, que les será útil para iniciar emprendimientos en el negocio de la agricultura orgánica. La cooperación se hizo con recursos del Fondo Canadiense de Iniciativas Locales y la Fundación CRUSA.

Preservación de la naturaleza

Acetusama, constituida en 1999 y actualmente con 42 asociados, es la continuación de un comité de vigilancia de los recursos naturales que nació en Santa María de Brunka siete años antes, cuando se quemaron cerca de 3.000 hectáreas en el PILA y la zona de amortiguamiento.

El comité creó la carrera Cerro Cabécar para llamar la atención sobre la importancia biológica del PILA y autogestionarse, idea que se convirtió con el paso de los años en un atractivo turístico.

Hoy la Asociación cuenta con un albergue para los atletas de la competencia, que además sirve como centro de capacitación para los productores; aunque su nombre real es Centro de operaciones contra incendios de uso múltiple.

Alejar al fuego de esta área verde, alta y ambientalmente frágil aún es uno de los objetivos de Acetusama. "Esta zona no es productora de incendios, pero nos llegan de la reserva indígena de Ujarrás (de Buenos Aires); con el viento se nos pasan en la parte alta", precisó Romero.

El grupo comunal de Santa María ejecuta un programa de educación ambiental en escuelas y colegios cercanos, junto con otras asociaciones productivas de la zona de amortiguamiento de La Amistad, como Asomobi (ya reseñada por EFpymes). Las asociaciones locales forman parte de la red Quercus.

Yeimy Altamirano es una de las involucradas en ese proyecto. Afirma que a los niños y jóvenes se les enseña a reciclar y aprovechar los residuos, incluso para hacer manualidades con plástico.

Esta joven también colabora con Romero en la recepción de turistas en el albergue. Tras probar su cuchara (recomendada) y recordar que el día siguiente es lunes, nos vamos por la ruta de lastre, tierra y piedras que da salida hacia la carretera Interamericana sur.

En el camino las plazas de fútbol comienzan a desocuparse, y los ranchitos cercanos a llenarse. Este es el domingo típico de Santa María Brunka.

Ficha de la asociación

Nombre: Asociación Cámara Ecológica de Turismo de Santa María (Acetusama)

Negocios: producción y venta de banano orgánico y otros productos com la miel, turismo rural comunitario en la zona de amortiguamiento del Parque Internacional La Amistad

Ubicación: Santa María de Brunka, Buenos Aires de Puntarenas (Pacífico sur)

Año de fundación: 1999