Carlos Cordero
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Estamos de acuerdo -por necesidad para reducir costos y por consciencia ambiental- que hay que tomar medidas en la empresa para convertirse en un negocio verde y obtener una ventaja competitiva.
En realidad para que una empresa sea sustentable no es necesario hacer grandes cambios en la operación y conforme la empresa va midiendo los efectos de sus proyectos verdes podrá ir comprobando que se trata de un “ negocio ganador ”.
Hay dos campos donde se puede empezar sin necesidad de grandes inversiones, pero sí con un gran esfuerzo para lograr el apoyo de los colaboradores, socios proveedores y clientes: en ahorro energético y en la reducción de consumo de papel .
Como lo hemos visto anteriormente (¿Cómo convertirse en una empresa verde y rentable? y Si inicia un negocio, que sea verde; si ya lo tiene, transformélo) , se requiere identificar cuáles son los generadores de mayor gasto energético y de contaminación, ya sea mediante un diagnóstico o porque ya sabemos dónde se encuentran las fugas.
Al mismo tiempo, debemos aprovechar para determinar cómo medir los beneficios de las inversiones en proyectos.
De acuerdo a firmas como Schneider Electric -especializada en tecnologías de reducción energética- se puede lograr ahorros operativos y de mantenimiento, reducir hasta un 30% el consumo de energía, y aumentar la resistencia a las fluctuaciones de los precios de la energía.
Al mismo tiempo las empresas se aseguran una ventaja competitiva, adoptando prácticas de eficiencia energética que crean y fortalecen la fidelidad del cliente y aumentan el valor del negocio al mostrar responsabilidad energética y ambiental.
A nivel operativo se puede utilizar redes integradas de software y dispositivos automáticos de iluminación, complementados con mecanismos de medición avanzados para detectar oportunidades, evitar riesgos, darle seguimiento a los avances y comprobar los logros.
Con estos sistemas -disponibles de acuerdo al tamaño de cada empresa- se tiene el control de las condiciones de uso de la energía, se puede reaccionar rápidamente ante posibles problemas, y se puede verificar los efectos inmediatos de las medidas para reducir costos y la huella de carbono.
Paralelamente -dependiendo del tipo de empresa- se podrían utilizar energías alternativas a partir de biocombustibles o de fuentes renovables (viento, solar), donde también los avances tecnológicos favorecen la generación, suministro y aprovechamiento.
Se puede también reciclar y reducir el consumo de papel , lo que es factible educando a todos en la empresa a no imprimir y a compartir más los documentos a través de sistemas informáticos existentes y disponibles para todo tipo de empresas.
Este tipo de medidas hay que concertarlas también con proveedores y clientes, de manera que todos puedan apoyar el esfuerzo de la empresa.