Toda empresa tiende a empezar con entusiasmo y esperanza. Pero los conflictos pueden aparecer luego de una primera etapa donde todo marcha bien.
Al inicio, todo es de colores, se vive en un sueño, los socios toman decisiones en conjunto, se acuerpan entre ellos, sobran los abrazos.
Poco a poco, esa calidez y armonía que existía entre compañeros de negocios puede transformarse en gritos, golpes en la mesa, irrespeto, ira y mucha frustración hasta el punto de llegar a poner en peligro la existencia de la propia empresa.
Estas disputas también pueden crear tensión y preocupación entre los demás trabajadores, ajenos a las rencillas desatadas entre los socios.
Es un hecho que en una empresa existirán conflictos, desacuerdos, a veces esto puede resultar sano. Pero, ¿qué pasa si se cruza la línea?
¿Cómo evitar que su empresa –integrada por varios socios- sea consumida por los ataques descontrolados de alguno de ellos o, peor aún, de ambos?
Acuerdo previo
El mejor antídoto es la prevención. ¿De qué forma?
Patricia Rojas Figueredo, quien es consultora de pymes, expresó que es importante que los socios –desde que surge la idea de la empresa- definan el aporte de capital, el trabajo operativo, las compensaciones que tendrán, las implicaciones del negocio y que tengan claro el conocimiento o experiencia que aportará cada uno.
Para la consultora, es fundamental que esto sea plasmado en un contrato o documento. En el mismo plan de negocios de la empresa esto debería fijarse.
“La relación socio-empresa debería verse como un matrimonio y la asesoría y contratos como un acuerdo prenupcial. Deberían hablar, ponerse de acuerdo, firmar un acuerdo para minimizar cualquier diferencia que pudiera darse”, aconsejó Rojas.
Una posibilidad para evitar pleitos es que cada socio se concentre en un área de la empresa en la que tenga mayores habilidades o que sea su fuerte.
A la hora de tomar una decisión, puede consultarle al otro socio, pero tendrá una mayor libertad de acción en vista de que es experto en la materia.
Pero, ¿qué pasa si los conflictos surgen una vez que está constituida la empresa?
Nunca es tarde para dialogar y sentarse a plasmar ese acuerdo (si nunca se hizo), que establezca los límites y funciones que tendrá cada socio.
Es importante contar con asesoría o buscar a una persona lo más imparcial posible que pueda hacerle ver a los socios en qué está fallando cada uno y qué hacer para evitar que el conflicto pase a más.
Puede ser un miembro de confianza de la empresa o alguien externo, como un asesor de negocios o incluso un abogado o experto que se especialice en resolución alterna de conflictos.
Tener asesores externos debería ser una costumbre no solo cuando los socios tienen problemas, sino que puede ayudar a la propia empresa a mantenerse enfocada.
Así lo recomienda Gustavo Rodríguez Fernández, consultor de empresas y asesor del Centro de Incubación de Empresas del Instituto Tecnológico de Costa Rica (CIE-TEC).
"La mayoría de las startups no cuentan con un consejo administrativo, pero esto no significa que no necesiten tener el punto de vista de alguien externo. Es recomendable que los fundadores se reúnan mensualmente para analizar las metas de la empresa y los retos enfrente de dos o tres asesores externos para guiar en las primeras etapas", sugirió Rodríguez.
Diferentes, pero nadie debajo del zapato
Los socios pueden tener personalidades diferentes, esto es deseable.
“Puede haber un socio más agresivo, que gracias a esto pueda desarrollar el negocio”, comentó Rojas.
Sin embargo, esto no implica que un socio deba subyugar o humillar a otro. Para eso, mejor sería que la empresa opere de forma individual y que haya una sola “cabeza pensante”.
“En este punto es igual que un matrimonio: tenemos que aprender a revisar virtudes y defectos de nuestra pareja, habilidades que se tienen, pero tienen que ponerse de acuerdo entre ellos para evitar que exista dominio… En ciertos momentos, se debe revisar, poner abajo, escuchar y discutir con respeto los diferentes puntos de vista”, aconsejó Rojas.
La negociación a veces es la única vía.
"Para muchos socios de negocios, tomar hasta las más pequeñas decisiones de negocio puede convertirse en un proceso doloroso y lento que atrase la trayectoria de la empresa. Aprender cómo negociar efectivamente con los co-fundadores le ayudará a evitar problemas potenciales", dijo Gustavo Rodríguez.
Evite causar tensiones entre sus trabajadores
El ver a los socios de la empresa en peleas constantes, no solo los afecta y desgasta a ellos, sino que puede llegar a desmotivar a los empleados y crear tensión entre estos.
Rojas lo ilustró con un caso real de una pyme importadora de repuestos, que creció y se fortaleció hasta llegar a contar con 20 empleados.
Según la consultora, la empresa inauguró un edificio y empezó a vender repuestos a través de licitaciones, lo que la hizo prosperar todavía más.
“Luego se quiso abrir una línea diferenciada, uno de los socios no estuvo de acuerdo y uno terminó comprándole al otro”, recordó. “Se dio en buenos términos, pero en el transcurso de la decisión de la nueva línea y el camino por seguir de la empresa, los colaboradores vivieron situaciones de angustia e incertidumbre al no saber lo que iba a suceder con la empresa”.
Si su pyme enfrenta una situación de conflicto, piense lo siguiente: ¿vale la pena arriesgar todo el trabajo que costó levantar su empresa por orgullo (si ese es el caso)? ¿Será posible bajar del trono al ego por un instante y sentarse a negociar?
Errores por evitar Estos son algunos errores que deben evadir los socios de una pyme para que no nazcan conflictos. 1. No clarificar desde antes lo que cada socio espera del otro, ni contar con un plan de negocios en el que se defina ese aspecto, es decir, que haya una mala planificación. 2. Querer introducir otros socios a la empresa sin consultarlo con los demás socios. 3. Que un socio solicite dinero prestado de la empresa para hacer frente a sus deudas personales. Esto puede causar incomodidades y pleitos, especialmente si ocurre con frecuencia. 4. La escogencia de un socio de muy mal carácter, que no lo sepa controlar. 5. Que un socio que quiere retirarse de la empresa, decida vender su parte a un precio excesivo, poco razonable. Fuente: Gustavo Rodríguez y Patricia Rojas, 2014. |