Dos errores comunes en los sitios web y cuatro pasos para hacerlos más útiles

Su sitio web es el menú que la empresa le muestra al cliente, pero debe ir más allá de un buen diseño.

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Como en un restaurante cuando el comensal se sienta a la mesa, el sitio web de su empresa es el menú que le muestra los productos y servicios que ofrece y entre los cuales su clientela puede escoger. ¿Y cómo se ve ese menú?

AJ Kumar, co-fundador de Single Grain, una agencia de marketing digital especializada en emprendimientos y con sede en San Francisco, California, señala varios puntos en los que hay que fijarse: diseño, estructura e imágenes.

Y apunta a un cuarto elemento “estratégico”: ¿está orientado al cliente? Aun cuando sea un cliente fiel que visita su negocio diariamente, el sitio web debe ser amigable, debe atraer y mantener al cliente navegando con sencillez. ¡No lo espante!

La realidad es que los clientes ven las páginas electrónicas de manera bastante distinta a quien la diseña”, advierte Kumar. “Trate de imaginar la conversación que existe entre su sitio web y su visitante. Lo que importa es la forma en que el diseño se comunica con sus clientes y los deja navegar y participar”.

Pero advierte que normalmente se comenten errores fundamentales a la hora de diseñar el sitio web:

-Sobrecarga de ofertas y anuncios: No solo saturan el sitio de ofertas –parece el mercado central con los trameros ofreciendo siempre sus productos como si fuera la promoción del año- sino que, además, lo pone todo en oferta. ¿Alguien creerá que realmente todo está en oferta o pensarán que es un simple artilugio para incautos y desprevenidos?

-Sofisticados solo para impresionar: El sitio web debe ser simple. Kumar dice que no da resultados aparecer de primero en las listas de búsqueda de Google si al ingresar el usuario se encuentra con un sitio que solo le dice al cliente “Gastamos un montón de dinero para contratar a un diseñador web".

Lo que le interesa al clientes es ingresar, que todo esté en su lugar, que todo sea fácil de encontrar, que si va a ver una animación o un video (de esto hablaremos durante la semana) no tenga problemas ni con la conexión más básica ni con el navegador más torpe.

De ahí que se recomienda :

-Defina cuál es la información que el cliente debe ver primero: El cliente debe ver de primera entrada la información que le interesa y quien entra por primera vez debe saber de qué se trata de una sola ojeada (“No haga pensar al visitante”, recomienda el sitio Styletemplates.net). Si lo que ve son anuncios y ofertas, pensará que entró a un sitio que lo está acosando. ¿Es agradable lo primero que se ve al abrir el sitio?

-Hágalo fácil de navegar: Si el cliente tiene dificultades para ir de un sitio a otro o para ingresar a alguna información, si hay parpadeos o lentitud a la hora de la navegación… el cliente se irá. Organice o estructure la información de manera simple, sencilla y fácil de encontrar e ingresar. No sólo en la portada; el cliente debe encontrar las mismas facilidades en el resto del sitio.

-La experiencia manda: Facilitar la navegación en el sitio (usabilidad) es la mitad de la tarea. La otra mitad es que los clientes tengan una buena experiencia al encontrar la información que buscan, al hacer el pedido y al pagar (con herramientas como la que ofrece PayPal) donde puedan aprender y continúen confiando en Usted y su empresa. No oculte información de costos ni otra que sea indispensable para el cliente a la hora de elegir ni que le haga pensar que están tratando de aprovecharse de él.

-Permita que los clientes compartan la información: Integre botones para que los clientes puedan compartir la información de su empresa y de sus productos en sus redes sociales. No se limite a Facebook y Twitter, pues ahora los usuarios pueden compartir información en sitios como Digg, Delicious y StumpletUpon.