Emprendedoras latinas se enfrentan a cultura de conformismo

El miércoles 13 de marzo cerca de 300 mujeres participaron en el II Congreso de Mujer Emprendedora.

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María Fernanda Landaeta

¿Eres un árbol?, pregunta siempre Militza Castillot a las mujeres, quienes responden con un firme "no" para escuchar seguidamente “Entonces, si no te gusta donde estás, muévete”.

En su experiencia como fundadora y directora de la Fundación Mujer Emprendedora, Castillot ha identificado que para la emprendedora latinoamericana, el conformismo y la zona cómoda es lo que hace que la mujer no salga adelante.

“El mejor me quedo aquí, mejor me quedo como estoy, para qué me voy a atrever a dar un paso más adelante, y eso es en todos los aspectos. Ese mejor que, hace que la mujer no se mueva”.

La principal queja es que no saben manejar sus situaciones. Es a nivel ya de creencia de la mujer latina, que sí, es muy emprendedora, pero vivimos quejándonos de muchas cosas de las que no nos tenemos que quejar”, afirma Castillot.

Con esa problemática clara, la directora de la Fundación tiene como objetivo que la mujer se de cuenta de lo que tiene adentro para que pueda utilizar todo lo demás que tiene a su alrededor. “De nada sirve que tengamos un banco, que tengamos herramientas; si tú decisión no es salir adelante, nada te va a sacar de ahí”, recalca.

Ayer 13 de marzo, cerca de 300 mujeres escucharon ese mensaje en la segunda edición del Congreso Mujer Emprendedora, donde recibieron charlas sobre tecnología, financiamiento y motivación, entre otras.

“Lo que me he dado cuenta es que una mujer empoderada desde el corazón, con las herramientas correctas, puede lograr lo que quiera. Y ese es el objetivo de estos eventos: darles valor”, dijo la directora de Mujer Emprendedora.

Alcance latinoamericano

La Organización No Gubernamental, con sede en Costa Rica, lleva dos años operando, período en el que ha atendido a más de 5.000 mujeres a nivel nacional. Además, ya se encuentra en otros 4 países de la región, con miras a expandirse a toda Latinoamérica.

Distribuye la revista gratuita “Mujer Emprendedora” en los cinco países y en Costa Rica realizan entre 3 y 6 eventos al mes. Estos incluyen los programas A la cima en tacones, Trascender para ganar, Empoderamiento rural femenino, entre otros.

Este año la Fundación enfocará el apoyo a mujeres de la Zona Sur. No es un apoyo financiero, pero sí les ayudan con herramientas, además de las charlas y capacitaciones. “Les consultamos qué necesitan. Nosotros les damos la caña y ellas pescan”, dijo Castillot.

Esta emprendedora logró consolidar su negocio sola, en cuatro años

Lillian Madrigal llegó a Mujer Emprendedora hace tres años y afirma que lo más importante para ella ha sido la superación personal. “Dejar todas las limitaciones y las barreras que a veces nos da miedo a las mujeres enfrentar. No solo le da una herramienta de trabajo sino que le enseña como usarla”.

Madrigal se dedicaba a ser ama de casa y cuidar a sus cinco hijos, pero sentía la necesidad de llevar un poco más de dinero al hogar, que mantenía su esposo.

“Intenté muchas cositas que todas las mamás intentan: costura, vender helados, pero cosas que producían muy poco”, comentó Lillian. Pero finalmente, encontró un negocio más lucrativo en la fotografía.

Hace 15 años su esposo le enseño algunas cosas y ella empezó a tomar fotos para los eventos de la escuela de sus hijos. La empezaron a recomendar y ella, paralelamente, se capacitó en el INA y otras instituciones, para dar un servicio más profesional.

En cuestión de cuatro años llegó a darle servicio a seis escuelas y dos colegios a la vez. Y Cuando el negocio ya estuvo firme el esposo dejó su trabajo y se dedicó a la empresa familiar.

Ya Foto Lika tiene ocho años de existir como empresa formal y cinco de tener un estudio fotográfico en San José. En la empresa colaboran los cinco hijo de doña Lillian, quienes además mantienen su trabajo, y un empleado más.

Entre sus clientes se encuentran diversos bancos, empresas y la fundación Mujer Emprendedora.

Apoyo no solo como profesional sino como mujer

Hace un año Sandra Rojas atravesaba una difícil situación profesional, y fue entonces cuando, anteponiendo sus valores, decidió seguir su camino profesional de forma independiente, tras 20 años de trabajar en empresas.

El momento coincidió con un regalo que le hizo su sobrino: un curso de superación personal, donde conoció a Militza Castillot, directora de Mujer Emprendedora.

“La experiencia sirvió para darme cuenta de lo que quiero. El lema de empoderar a las mujeres desde el corazón me marcó. Es el hecho de que no solo apoyan a las mujeres en la parte profesional sino que incorporan la realidad que vivimos las mujeres”, comentó Rojas.

En un año, la emprendedora ha seguido dando clases en modalidad virtual en la UACA y la UNED. Además, escribe un libro para la carrera de gestión de proyectos en informática, ha trabajado con clientes que incluyen universidades y municipalidades, y se propone abrir un laboratorio de capacitación en el área informática.

“La experiencia ha sido completamente liberadora, es otra cosa, porque primero puedo tener el control de mi tiempo, eso no tiene precio, y después conocer y tener contactos para hacer redes mas grandes. Por ejemplo mujer emprendedoras, hace un año no habría podido venir acá”, dijo.

Un factor importante en el éxito de Sandra ha sido el aprovechar todas las oportunidades, trabajar en su red de contactos y la capacitación. Ella decidió sacar una maestría apenas cuando su segunda hija empezó a caminar. “Ahora si se tiene solo un solo título ya no vale”, consideró.

Rojas además se ha involucrado en la red de apoyo a la mujer. Donó su trabajo para la Fundación Rahab, que tiene como objetivo sacar a mujeres de la calle y espera poder ayudar a otras mujeres con capacitación en cómo usar la tecnología y verla como una aliado sin necesidad de que sea una gran gasto.

Sus recomendaciones para las emprendedoras: creer que se puede hacer, buscar ayuda porque siempre hay gente que va a querer ayudar, no tener miedo de hacerlo y no aislarse.