Empresas reciben certificación internacional que las acredita como carbono neutral

La Agencia para el Desarrollo de la Región Huetar Norte capacitó a las empresas, por medio de fondos donados por el Banco Interamericano de Desarrollo.

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Ivette López Fernández, de 35 años, es la gerente general del Hotel Las Colinas, un negocio familiar que está ubicado en La Fortuna de San Carlos, el cual genera cuatro toneladas al año de dióxido de carbono. Luego de recibir capacitación y de desarrollar toda una estrategia, el negocio logró compensar la totalidad de las emisiones que genera.

La compensación se da a través de las labores de conservación de un bosque que posee la empresa.

En marzo del presente año, el hotel obtuvo una certificación internacional denominada PAS-2060 de carbono neutralidad, que fue otorgada por la empresa Carbon Clear.

Ser carbono neutral significa disminuir y compensar los gases contaminantes de dióxido de carbono que se emiten con la ejecución de diferentes acciones en beneficio del medio ambiente, como sembrar árboles, invertir en tecnología sostenible o en la compra de servicios ambientales. Para ello, es preciso que antes la empresa mida las emisiones de dióxido de carbono que genera y que desarrolle todo un plan de mitigación.

Uno de los beneficios inmediatos obtenidos tras este reconocimiento, es que el hotel utiliza esta distinción en su publicidad a nivel internacional, lo cual eventualmente atraerá clientes.

En el negocio participa toda su familia: su madre Flor Fernández Cubillo es la dueña, López se dedica a administrarlo y a las labores de sostenibilidad y sus hermanos intervienen en la preparación de los alimentos, entre otras funciones.

Pero, ¿cómo logró dicho hotel convertirse en carbono neutral?

Según López, el hotel siempre ha tenido una orientación ecológica. Entre los años 2007 y 2008, se realizó una remodelación con el fin de instalar paneles solares para el calentamiento del agua de las duchas, se invirtió en un sistema eficiente para el tratamiento de las aguas residuales, se empezaron a utilizar aires acondicionados más eficientes y se remodeló la estructura, de manera que se aprovechase más la luz natural. Además, el hotel cuenta con una certificación de sostenibilidad turística del Instituto Costarricense de Turismo (ICT).

A inicios del año pasado, empezaron con el plan de medición de contaminantes, en el cual se tomaron en cuenta los costos de gasolina que emplean, la electricidad que utilizan y el número de empleados de la empresa.

Según López, para el 2015 pretenden disminuir sus emisiones, de forma tal que generen tres y media toneladas, en vez de cuatro.

“No es que peco y pago. Yo sé que mi negocio produce cierta cantidad de toneladas y no se trata solo de compensar, sino que hago un plan para mitigar: como invertir en aires acondicionados más eficientes, ahorrar electricidad”, indicó López.

Otras empresas certificadas

Otra empresa que también obtuvo la certificación PAS: 2060 es Cinco Ceibas, que se ubica en la Finca Pangola, en Sarapiquí de Heredia.

Según Augustin Pieters, administrador del negocio, la finca es un parque temático que posee diferentes tours y actividades: senderos en la montaña, un recorrido educativo en carreta de bueyes, tours de kayak en río, recorridos en caballo y siembra de árboles.

La empresa también reforesta y sus bosques primarios están protegidos bajo el régimen de pago de servicios ambientales del Fondo Nacional de Financiamiento Forestal.

De acuerdo con Pieters, el negocio genera 56 toneladas de dióxido de carbono al año, pero remueve un porcentaje mucho mayor de esa sustancia.

“Nosotros tuvimos 16.387 toneladas métricas de remociones de CO2 (dióxido de carbono). Todas las actividades que tenemos son sostenibles y tenemos los bosques y hacemos reforestaciones, por ello logramos tantas remociones”, detalló Pieters.

Además, dentro de la finca –cuyo propietario es un empresario holandés- también hay una fábrica de muebles llamada Pangola Fine Woods que utiliza madera de plantaciones que fueron reforestadas por la misma empresa y que se sembraron hace 14 años.

Los muebles son exportados hacia Estados Unidos.

“La forma en que se elaboran los muebles es muy sostenible. Primero, se trata de cortar los árboles de teca que recién se murieron y la mano de obra se trata de que solo sea de la zona, para apoyar la economía de un pueblo que casi no tiene actividades económicas. En las reforestaciones tenemos especies nativas y no nativas”, contó Pieters.

Al igual que el Hotel Las Colinas, Cinco Ceibas está siendo mercadeado por las agencias como una empresa certificada ambientalmente.

“Para las agencias es importante trabajar con empresas que buscan bienestar ambiental. Eso les ayuda a promocionar un producto como este, porque los turistas cada vez más buscan empresas que beneficien al ambiente”, manifestó Pieters, de 26 años.

Otro comercio que obtuvo la certificación PAS-2060 de carbono neutralidad es el Hotel Arenal Manoa, cuyo público meta son familias y que tiene 80 habitaciones, aguas termales, spa, restaurante, entre otros servicios. El hotel está ubicado en La Fortuna de San Carlos.

Según Alexánder Cedeño García, gerente general del hotel, el negocio realizó todas las mediciones de la contaminación que generaba y planteó estrategias para mitigarla. El hotel emite 1.410 toneladas de dióxido de carbono al año.

“Tenemos una certificación de sostenibilidad del ICT y, entonces, ya estaban las bases para certificarnos”, manifestó el gerente de 33 años.

La empresa logró remover 1.688 toneladas métricas de dióxido de carbono con sus actividades sostenibles, dentro de las cuales se encuentra el uso de calentadores solares, el ahorro de energía y el empleo de carros eléctricos.

Cedeño expresó que uno de los retos de la empresa es incentivar a que sus proveedores también desarrollen actividades sostenibles, pues el involucramiento de estos es parte de los aspectos que contempla la certificación internacional.

Iniciativa y apoyo

Estas empresas lograron convertirse en carbono neutral por medio de un proyecto liderado por la Agencia para el Desarrollo de la Región Huetar Norte (que promueve una estrategia denominada Zona Económica Especial).

Estas recibieron capacitación sobre cómo medir sus emisiones y de qué forma disminuirlas.

La iniciativa utiliza fondos no reembolsables del Fondo Multitateral de Inversiones del Banco Interamericano de Desarrollo. La donación se realizó hace dos años y fue de $1.000.000 para la ejecución de diferentes actividades en beneficio de la región Huetar Norte, incluido el desarrollo de un modelo de sostenibilidad ambiental para las pequeñas y medianas empresas locales.

Alexánder Muñoz Alzate, coordinador del Proyecto de Articulación Público-Privado para el Desarrollo Sostenible y Competitividad de la Región Huetar Norte, explicó que 34 empresas de La Fortuna, Sarapiquí, Ciudad Quesada, Upala, Santa Clara y Cerro Cortés han sido capacitadas para mejorar su eficiencia y, de ser posible, convertirse en carbono neutrales.

La idea central del proyecto es mejorar la competitividad y, en el mejor de los casos, que obtengan la certificación de carbono neutralidad.

“La finalidad de esto es que los empresarios dentro de su proceso productivo incorporen procesos de producción más limpia e inviertan en la parte sostenible. Si como valor agregado, se consigue una certificación, genial. Pero, ese no es el fin principal”, expresó Muñoz.

Según Muñoz, hasta la fecha 15 empresas han recibido la certificación: doce son de turismo y tres de agroindustria.

Las certificaciones se denominan PAS: 2050 (la cual certifica productos) y PAS: 2060 (que certifica a organizaciones).

“Estas certificaciones, a nivel mundial, son las de más alto reconocimiento”, indicó Muñoz.

Muñoz contó cómo a una empresa exportadora de frutas un cliente le exigió certificarse para seguir comprándole sus productos.

“En este caso, la certificación obtenida le da permanencia en el mercado a esta empresa”, relató.

El proyecto también contempla un plan muy ambicioso, que es convertir a La Fortuna de San Carlos en una zona carbono neutral, al ser un área con altos niveles de visitantes, tanto nacionales como extranjeros.

Se trata de un plan piloto que pretende ser ejemplo para otras regiones turísticas del país, agregó Muñoz.