El contexto nacional para desarrollar emprendimientos es “poco favorable” y alcanza un nivel medio (2,5 de 5), consideran 36 expertos del país en diferentes áreas.
De acuerto con el Global Entrepreneurship Monitor Costa Rica 2014 (GEM) —que consideró una serie de variables— el punto principal que dificulta emprender, según un 82,9% de los expertos, son los problemas para acceder a recursos económicos, dentro de los que se mencionan aspectos que atañen al gobierno y también al sector privado.
Por ejemplo, los expertos estiman que faltan: seguridad y continuidad de las ayudas financieras estatales, más programas de capital semilla y política más definida que respalde a nuevos emprendimientos y en los que se otorgue asistencia técnica pública o privada.
Además, falta involucramiento del sector privado en el establecimiento de instrumentos financieros como ángeles inversores, capital de riesgo, y también falta acceso a los fondos concursables para todos los grupos.
A pesar de ello, el informe destaca el papel del Sistema de Banca para el Desarrollo (SBD) y del Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC) en procurar darle respaldo a los emprendedores.
El GEM fue dado a conocer a finales de mayo de este año y analiza el panorama del emprendimiento en el país a partir, entre otras herramientas, de una encuesta cualitativa realizada a 36 especialistas en agosto del 2014.
De un grupo de variables, los expertos brindaron una valoración de 1 a 5, en el que 5 es un nivel “muy adecuado” y 1 es “muy deficiente" (se usó el método de la escala de Likert).
El estudio fue impulsado por la Cátedra de Innovación y de Desarrollo Empresarial de la Universidad de Costa Rica, por la Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR) y por la incubadora Parque Tec.
Los encargados de aplicar esta parte de la encuesta fueron los miembros del equipo GEM: Marcelo Lebendiker, Rafael Herrera y Guillermo Velásquez.
Políticas de gobierno y educación
La segunda variable que representa uno de los mayores obstáculos está ligada a las políticas gubernamentales.
Los expertos mencionan que existen políticas y programas generales, pero no específicos para apoyar a los emprendedores; además de que hay exceso de trámites, pues incluso algunas veces se solicita dos veces un mismo trámite en un entorno de regulación complejo y caro.
Asimismo, los costos de producción son elevados –especialmente cuando se instaura el emprendimiento– y que tienen que ver con el pago de cargas sociales y equipamiento, lo que reduce el nivel de competitividad en comparación con otras naciones.
Por otro lado, las variables educación y entrenamiento y programas gubernamentales se ubican en el tercer lugar y constituyen otras de las barreras para emprender, a criterio de los encuestados.
Dentro de los inconvenientes en estas áreas se menciona que hay poca formación en creatividad, emprendimiento e innovación en los primeros niveles de educación; casi no hay programas que fomenten la cultura emprendedora desde la educación básica; y es escasa la capacitación, la asistencia técnica y la transferencia tecnológica para la gestión empresarial, entre otros.
En cuanto a los aspectos positivos, el informe indica que las únicas dos variables que alcanzaron un valor medio mínimo (mayor a 3 en la escala) son el acceso a infraestructura física y de servicios, así como el nivel de emprendedurismo en la educación vocacional y universitaria.
Recomendaciones
Los expertos ofrecen varias propuestas para mejorar el contexto emprendedor en el país, dentro de las cuales destacan las siguientes:
-Generar más fuentes de capital semilla, que es aquel dinero que proviene de recursos estatales para apoyar a empresas que están empezando y que son generalmente no reembolsables, pero que también pueden contemplar una etapa posterior de crédito con condiciones favorables.
-Fortalecer aún más el Sistema de Banca para el Desarrollo.
-Otorgar una serie de incentivos de carácter fiscal a los emprendedores en sus primeros cinco años de existencia.
-Crear programas para que se gesten emprendimientos en áreas rurales del país.
-Brindar respaldo con recursos de segundo piso a las incubadoras que operan en el país.
-Incentivar la constitución de fondos de inversión y de capital de riesgo para que apoyen económicamente a los emprendedores.